El lunes, el país despertó con la noticia de que se habían registrado 112 homicidios en las 24 horas previas, el mayor total diario del año y el sexto mayor del sexenio.
El dato, proveniente del conteo diario que realiza la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, no mejoró mucho al día siguiente: el sistema reportó 93 homicidios.
¿Esto significa que el país está entrando en una nueva escalada de violencia luego de varios meses de contención relativa? Así lo han interpretado algunos colegas en medios de comunicación, pero creo que esa lectura no es enteramente correcta (o al menos no con los datos disponibles).
En primer lugar, es necesario señalar que el conteo de la SSPC incluye incidentes hasta que se abre una carpeta de investigación por homicidio doloso en las fiscalías estatales. Puede mediar uno o más días entre el día de ocurrencia del hecho y el registro. Entonces, es posible que un número indeterminado de los 112 homicidios incluidos en el reporte del 1 de mayo hayan sucedido en días anteriores.
Segundo, la cuenta de la SSPC habitualmente subregistra el número de homicidios dolosos en comparación con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En un mes típico, entre 17 y 20% de las víctimas que reporta el SESNSP no entran en la cuenta de la SSPC. Sin embargo, es altamente probable que ese subregistro no sea constante de día a día. Dicho de otro modo, hay días en los que se captura en el sistema de la SSPC un porcentaje cercano al total, mientras que en otros el porcentaje de bateo es considerablemente más bajo. Eso hace a las comparaciones de día a día un poco engañosas.
Tercero, dos días son un periodo muy corto para marcar tendencia. Si se considera el periodo del 26 de abril al 2 de mayo, se obtiene un promedio de 74.5 homicidios por día. Eso es un poco más alto que en el promedio diario de la semana previa (70.8) y algo más elevado que la media de abril (71), pero está apenas por encima del promedio de marzo (72.3). No hay aún señal de un crecimiento acelerado del número de homicidios.
Cuarto, por razones que no se entienden del todo (pero que pueden estar conectadas a condiciones climáticas), hay una clara estacionalidad en la evolución de los homicidios a lo largo del año. En términos esquemáticos, el número de víctimas tiende a ser relativamente bajo en los primeros meses del año para luego ascender en los meses de verano y disminuir de nueva cuenta a partir de octubre. Algo de lo visto en estos días puede ser el inicio de esas fluctuaciones estacionales y no necesariamente un cambio notable de tendencia.
Lo que sí parece un hecho es que la caída que se vio a finales del año pasado e inicios de este no ha continuado. En el mejor de los casos, la curva se ha estabilizado y, en el peor, podríamos estar en el inicio de un nuevo ciclo ascendente.
Más importante, los niveles de violencia letal que experimenta el país siguen siendo extraordinariamente elevados y no hay en el horizonte que indique que esa situación va a cambiar en el corto plazo.
Nota: Un juez de control negó la vinculación a proceso del integrante de la Guardia Nacional que fue detenido por el homicidio de un estudiante en Guanajuato. La Fiscalía General de la República ha informado que apelará la decisión, pero, en lo que se resuelve el caso en los tribunales, es absolutamente indispensable que la propia corporación realice una investigación interna e inicie los procesos sancionatorios que correspondan. La GN no está manca en este asunto.
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