Como se comentó en esta columna hace una semana, circuló en redes sociales un amplio paquete de iniciativas de reforma legal y constitucional, presuntamente elaboradas por la Fiscalía General de la República (FGR), para transformar el sistema penal acusatorio. Para matarlo, para ser preciso.
Pero, sorpresa, al día siguiente de la filtración, el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, no presentó la propuesta durante una reunión con la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
Estos hechos generaron, por razones obvias, múltiples dudas e innumerables comentarios. Pero en ese maremágnum, la FGR se mantuvo en silencio, sin confirmar o desmentir que la propuesta filtrada hubiera salido de la propia dependencia.
Ese silencio se rompió el miércoles 22 de enero, con un comunicado de prensa. Lo reproduzco a la letra:
“El pasado miércoles 15 de enero, el Fiscal General de la República expuso, ante la Junta de Coordinación Política del Senado y ante todos los medios nacionales, las bases y los elementos fundamentales de un proyecto que habrá de someter a la consideración del H. Congreso de la Unión y del Ejecutivo Federal, en cuanto inicie el periodo legislativo correspondiente. La transcripción de dicha exposición se encuentra publicada en la página de la propia Fiscalía, para cualquier consulta.
Al mismo tiempo, en forma masiva, se distribuyó anónimamente un supuesto proyecto de la Fiscalía al respecto, el cual nunca ha sido ni suscrito, ni presentado por la Institución o por su Titular.
A partir de ese día, no ha habido ni un solo comentario en los medios, sobre los temas que el Fiscal General hizo públicos; pero sí, en cambio, y como resultado de la filtración masiva de lo que no dijo y de lo que no presentó, diversas personas han descalificado temas específicos de ese proyecto anónimo.
Sobre el particular, y para reiterar la postura de la Fiscalía, se informa que, una vez que se haya iniciado el periodo legislativo, en febrero próximo, esta Institución Autónoma, ratificará plenamente lo que ya informó públicamente al respecto; y presentará ante los Senadores y ante el Ejecutivo, sus proyectos; solicitándoles que consideren abrir un debate público democrático, transparente y participativo, con objeto de que el Senado, el gobierno o ambos, valoren presentar alguna iniciativa, que sea útil para resolver la gravísima situación que existe en el país, en materia de justicia y seguridad.”
Vale la pena desempacar ese boletín. En primer lugar, señala que el paquete de iniciativas que circuló en redes sociales no ha sido “suscrito, ni presentado” por el Fiscal o la Fiscalía. Pero claramente se cuida de no negar que esos documentos hayan sido producidos en la FGR. Es decir, tal vez lo que se filtró no es el proyecto definitivo, suscrito por el Fiscal Gertz, pero sí podría ser un borrador o una versión preliminar.
Esta idea se refuerza con un resbalón freudiano que viene en el siguiente párrafo, donde se habla de “filtración masiva”. Un documento falso puede ser circulado o distribuido, pero no filtrado. Solo se puede filtrar un documento legítimo que una institución quería mantener bajo reserva.
Esto confirma lo obvio: el paquete de iniciativas que circuló la semana pasada sí se produjo en la FGR y sí representa el pensamiento de al menos una parte de esa institución. Dentro la Fiscalía, hay personas que activamente buscan desmantelar el sistema penal acusatorio.
¿Eso incluye al fiscal Gertz? No lo sabemos, pero es de notar que, en el boletín, previsiblemente autorizado por el titular, la FGR no se deslinda del contenido de las iniciativas filtradas. Y eso, francamente, es de dar miedo.
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