En Argentina se celebra el Día del Contador Público el 17 de diciembre (en México es el 25 de mayo). Bajo ese espíritu algunos números relacionados con la Copa del Mundo.
1. Faltan horas para que se conozca al campeón del balompié mundial. Comentábamos en una colaboración anterior sobre el cálculo de muertes en la edificación de los estadios en Qatar: 6,500 trabajadores –es un estimado, seguramente subregistrado-. Poco ruido frente al tamaño del desastre. ¿Será que los palos verdes jugaron un papel en la construcción del silencio?
2. Muchos aficionados, que tuvieron recursos para salir de su país y asistir a los juegos de su selección (la argentina), están afuera del hotel donde se encuentran los directivos de la Asociación de Futbol Argentina (AFA), con el objetivo de que medien frente a las autoridades y los revendedores, estos últimos que adquirieron entradas que en precios originales iban de 650 a 1,600 dólares, pero ahora alcanzan –pasión mediante y especulación grosera- precios desde los 3,000 a los 15,000 dólares. De 5 a 9 veces más caras las entradas. ¿Los palos verdes se habrán movido antes para comprar muchas entradas, y especular con esto? ¿Las autoridades de este país monárquico no tomaron las precauciones para evitar estos negociados sucios?
3. Como señala Eduardo Febbro, “Los enormes recursos financieros de Qatar no solo le sirvieron para comprarse a la FIFA y al fútbol mundial, sino que también atravesaron una de las instituciones más prestigiosas y quisquillosas de la Unión Europea: el Parlamento Europeo, con sede en la ciudad francesa de Estrasburgo. Gran timón moral de la Unión, adepto a los premios a los derechos humanos y a la distribución de buenos y malos puntos a los gobiernos del planeta, el europarlamento está envuelto en el llamado “Qatargate”, es decir, que “a cambio de dinero, que se votaran leyes en el Parlamento a favor de sus intereses” (No solo el Mundial compró Qatar: escándalo de corrupción en el Europarlamento justo antes de la final, Página 12, 16/12/2022). Los principales implicados no forman parte de las fuerzas políticas de derecha, lo que no significa que no puedan estar involucrados. Lo claro es que se trata de fuerzas ligadas a partidos socialistas y socialdemócratas. ¿De qué tamaño habrán sido los palos verdes para generar opiniones favorables al gobierno monárquico de Qatar, en donde lo que brilla es el autoritarismo y posiciones dictatoriales? Los bolsos llenos de dólares en varias de las casas de los políticos son la evidencia de una máquina de negocios, como pantalla de las actividades deportivas.
4. Qatar “ha hecho un multimillonario esfuerzo para organizarlo, invirtiendo aproximadamente US$220 billones, cifra que supera grandemente a los anfitriones anteriores. En el mundial de Rusia 2018 los gastos para ese país fueron de US$11.6 billones y en Brasil 2014 de US$15 billones, Sudáfrica unos US$3.6 billones en el 2010 y Alemania 2006 costó US$4.3 billones” (Esto lo señala Nicomedes Frías, Los impactantes números detrás de un balón, la economía del Mundial de Catar 2022, 02/12/2022).
5. No sirve la calculadora para hacer las sumas: ganancia en las taquillas; pagos por derechos de transmisión en televisión, radio e internet; mercado de piernas; reforzamiento de la hegemonía europea en el negocio del fútbol (las declaraciones de Kylian Mbappé, de que “Argentina y Brasil no juegan partidos de mucho nivel para llegar a la Copa del Mundo. En Sudamérica el fútbol no está tan avanzado como en Europa. Y es por eso que cuando miras las últimas Copas del Mundo siempre son los europeos los que ganan”); marketing de todo (rastrillos, jabones, ropa, televisores, todas las mercancías, todas, por la obra del capitalismo las conoceréis). Negocio que desborda el calendario de juegos.
6. Se trata de una máquina de negocios que ampara a su vez a otra máquina, más poderosa e invisible de negocios (todo lo referente a acuerdos internacionales comerciales y políticos, y que se manifiesta una pizca en la raspada del parlamento europeo).
Recordemos a W. Shakespeare:
“¿Oro? ¿Oro precioso, rojo y fascinante?
Con él se torna blanco el negro, y el feo hermoso:
Virtuoso el malvado; el anciano, mancebo,
Valeroso el cobarde y noble el ruin”.
Metamos en estas palabras sugerentes a Qatar y su condición de sociedad dictatorial, al moralino parlamento europeo y sus prácticas corruptas, al negocio por sobre el deporte: fascinante, hermoso, virtuoso, noble. Las dudas están sobre la mesa, y seguro saldrán documentales de Netflix (ya están circulando) con los últimos detalles del negociado. Esto a pesar de lo señalado oficialmente por el Emirato de Qatar: "Pese a que las falsas afirmaciones circulan desde hace años, no se encontró evidencia alguna de que Qatar se adjudicase el derecho a organizar un Mundial de fútbol con métodos no éticos o por fuera de las rígidas reglas de asignación de la FIFA".
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