No es nada extraño en la práctica docente que estudiantes, incluso profesores, citen inapropiadamente. Una de las cosas ordinarias al comenzar un nuevo curso, es el llamado de atención para evitar el robo de ideas, el plagio. Al compartir con otros docentes sobre nuestras experiencias, más de una vez se alude a estudiantes con calificación que fue reprobatoria por copiar y presentar el trabajo de otros como propio. Recordemos la reflexión de N. Chomsky, al subrayar que el copy paste es una realidad que atraviesa el sistema educativo, facilitado por el uso acelerado de tecnologías que facilitan el plagio “de alta tecnología”, al tiempo que se constituye en “forma de evitar la educación”, destacando el uso y abuso del ChatGPT. No es otra cosa sino el fracaso de un modelo de escolarización estandarizado, memorístico, fragmentado y aburrido.
Pero hay hechos muy graves. Vayamos atrás en el calendario, a septiembre del 2021. Ubiquémonos en el anfiteatro del Parque Lezama, en la ciudad de Buenos Aires, en una plaza pública colmada de seguidores de Javier Milei. Con ese conglomerado de militancia, Milei señalaba mucho antes de imaginar que llegaría a la presidencia (quizá él sí, en su mesianismo particular de leer la realidad): “Lo primero que le voy a decir a la casta política de mierda, chorra, parasitaria e inútiles, es lo que no voy a hacer. Jamás iré contra la propiedad privada […]”. Sin embargo, si por sus palabras los conoceréis, no opera esto para Milei, pues ha atentado sistemáticamente contra la propiedad privada, si convenimos en que toma ideas de otros autores sin dar créditos, como si fueran propias, en fin, pirateando las ideas ajenas.
Un ejemplo: el libro Pandenomics (Galerna, 2022), en el cotejo escrupuloso del documento, se han encontrado citas textuales amplias de Antonio Guirao Piñera (de nacionalidad española, docente de física) y del colega mexicano Salvador Uribarri, egresado en Física por la Universidad de Oxford, Inglaterra. “En este momento estoy preparando la denuncia junto con mis abogados. El señor Milei no solo cometió un presunto plagio de propiedad intelectual, sino que además lo vende”, señala Uribarri.
Vayamos a otros textos, Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica (Milei, 2024) que copia fragmentos de Teorías Económicas sobre el mercado de trabajo II: neoclásicos y nuevos keynesianos (2007). Me apoyo en la fuente Excélsior, 24/05/2024.
Copio de la fuente algunas de las coincidencias encontradas.
Original: En los modelos de ciclo real tradicionales, las fluctuaciones de la producción agregada y del empleo no son manifestaciones de fallas de coordinación en los mercados o de rigideces de precios, sino el resultado natural de una economía competitiva en equilibrio, donde individuos racionales toman decisiones óptimas de asignación intertemporal de recursos en respuesta...
La misma existencia del dinero como medio de reserva intertemporal de valor es difícil de justificar, considerando que existen otros activos que pueden realizar una función similar...
El aporte de Fisher radica en interpretar causalmente el sistema formado por las ecuaciones...
Versión de Milei: En los modelos de ciclo real, las fluctuaciones de la producción agregada y del empleo no son manifestaciones de fallos de coordinación en los mercados o de rigideces de precios, sino el resultado natural de una economía competitiva en equilibrio, en que individuos racionales toman decisiones óptimas de asignación...
La misma existencia del dinero como medio de reserva internacional temporal de valor es difícil de justificar, considerando que existen otros activos que pueden realizar una función similar, pero que además podrían beneficiar a los individuos...
El aporte de Fisher radica en interpretar causalmente el sistema formado por las ecuaciones...
Pero hay más todavía. El 2021 fue un año prolífico en lo concerniente al plagio. En investigaciones periodísticas “el sitio ‘Medium’ reveló que varias de las publicaciones del economista en Infobae y en El Cronista tenían varios párrafos copiados. En ese caso eran réplicas exactas de trabajos de intelectuales canónicos de la tradición liberal, como Henry Hazlitt, Ludwig Von Mises, Friederick Hayek o Murray Rothbard. En aquel momento Milei argumentó que, al ser “notas de divulgación”, no había necesidad de nombrar a los autores, por un tema ‘de practicidad’”. El contenido desborda la forma, con argumentos que en la academia no soportan la prueba, por lo que en nuestra institución el estudiante que presente este tipo de material tendría una nota reprobatoria.
La última (más reciente) y nos vamos.
Discurso de Milei en la ONU, “Creemos en la libertad de expresión para todos; creemos en la libertad de culto para todos; creemos en la libertad de comercio para todos y creemos en los gobiernos limitados, todos ellos. Y como en estos tiempos lo que sucede en un país impacta rápidamente en otros, creemos que todos los pueblos deben vivir libres de la tiranía y la opresión, ya sea que tome forma de opresión política, de esclavitud económica o de fanatismo religioso. Esa idea fundamental no debe quedarse en meras palabras; tiene que ser apoyada en los hechos, diplomáticamente, económicamente y materialmente”.
Warner Channel: “Estamos a favor de la libertad de expresión en todas partes. Estamos a favor de la libertad de culto en todas partes. Estamos a favor de la libertad de aprender para todos. Y como en nuestra época, se puede construir una bomba en nuestro país y traerla al mío, lo que ocurra en nuestro país es asunto mío. Por eso estamos a favor de la libertad frente a la tiranía, en todas partes, ya sea bajo la apariencia de opresión política, Toby, o esclavitud económica, Josh, o fanatismo religioso, C.J. Esa idea fundamental no se puede afrontar simplemente con nuestro apoyo. Hay que afrontarla con nuestra fuerza. Diplomática, económica y materialmente” (capítulo 15 de la temporada 4 de la serie The West Wing). Producto de la investigación periodística de Carlos Pagni.
La historia de la copia frecuente puede dar lugar a una nueva saga: “El camino del libertario está lleno de hojas marcadas y copias”. O lo que no hay que hacer por el bien de la propiedad (privada) intelectual.
Profesor UAM