Ante la caída de la Ley Ómnibus, la renuncia de funcionarios públicos y la respuesta tajante del titular del gobierno argentino, bajando la Ley. Por otro lado, deja ver la incapacidad frente al “No”, un hecho sustancialmente político, si se entiende a la política como arte o ciencia para construir acuerdos, reconocer la diversidad, bajo la premisa de la importancia de la institucionalidad de la gobernabilidad:

1. “No vinimos acá a hacer pactos espurios en contra de los intereses de los Argentinos. Y no vamos a ser cómplices del juego de los mismos parásitos de siempre que viven a costa de los Argentinos. El gobierno mandó un proyecto de ley al Congreso de la Nación para devolverle la libertad a los Argentinos”. (Palabras de un comunicado oficial de la presidencia argentina).

2. J. Milei está convencido de que tiene razón. Bueno, su racionalidad se basa en su posición mesiánica: “El gobierno no necesita la ley. Los argentinos la necesitan. Y la vamos a conseguir, más tarde o más temprano. Porque la voluntad de unos pocos convencidos es más poderosa que la de muchos sin principios ni moral”. Clara correspondencia con lo planteado por Milei frente a la crítica de economistas antes de llegar a la presidencia, para lo cual acude, en su policéntrica fe, a Macabeos 3:19: “En una batalla, la victoria no depende del número de los soldados, sino de la fuerza que Dios da”. Argumento profético, sin duda. Desprecio por la democracia, sin duda.

3. Recordemos que el éxito de Milei se basó en su poder de convocatoria a los indignados, a los creyentes, a los que quieren creer, a los antiperonistas, a los peronistas desilusionados, a los precarizados por las condiciones de trabajo y por la ausencia de políticas que pusieran atención en los segmentos sociales empobrecidos, un arcoíris ecléctico. Empero, esta complejidad de intereses, experiencias, tradiciones, que tuvieron un punto de encuentro en los movimientos subterráneos y en el ejercicio electoral, abren un compás de espera para la resolución de problemas, tiempo intenso que ha acelerado la crisis política en Argentina. Esa capacidad de atracción de Milei, impuesta por el propio Milei o por el consistente voto antiperonista, puede funcionar un tiempo –la tendencia en este momento pareciera apuntar una caída-, más allá de la reedición del mesianismo al que aludíamos citando a Max Weber: “si su jefatura no aporta ningún bienestar a los dominados, entonces hay la probabilidad de que su autoridad carismática se disipe”.

4. Siguiendo esta línea reflexiva, no en vano las escenas en el Muro de los Lamentos –Muro Occidental- (en un contexto en el que socialmente se plantea un alto al genocidio hacia el pueblo palestino, recordemos más de 26 mil muertos, una gran parte de niños, mujeres, periodistas y trabajadores de la salud), la visita

al Papa Francisco, el mismo Milei asumiéndose como un profeta, es decir, “Con el nombre de ‘profeta’ queremos comprender aquí un puro portador personal de carisma, cuya misión anuncia una doctrina religiosa o un mandato divino”. Bajo esta óptica, quizá es posible comprender lo que decía Milei al periodista Carlson, sobre “Concientizar a los empresarios de que es necesario […] invertir en los defensores de las ideas de la libertad para que los socialistas no puedan avanzar”, que es consistente con lo expresado por Milei en Davos –recordemos que en México circulan muchos vídeos señalando que vivimos en el socialismo, lo mismo en España y otros países, como una cruzada de la derecha internacional, para construir una narrativa que apunte a la batalla cultural, en donde Milei pretende tener un lugar central-.

5. En el contexto de la confrontación parlamentaria, vale recordar lo enunciado por Macri, “En caso de que Milei gane las elecciones espero que nuestra coalición apoye cualquier reforma razonable en el Congreso”. Ahora, frente a la baja de la Ley Ómnibus, el anuncio de que la organización política de Macri se articula a La Libertad Avanza, reafirmando el argumento de que se trataba de una fuerza fácilmente infiltrable.

6. No cambia el estilo presidencial de re-twittear. Antes, refiriéndose a Sol Pérez, muy lejos en ese momento de la asunción presidencial, denostaba a la actriz, haciendo uso de un tweett que él no hizo pero lo retwitteo: “Y si, ante semejante rotura de ano se tuvo que levantar a ponerse agua oxigenada…jajaja” (18/02/2019). Ahora, tibio aún el nuevo mensaje en X, por el titular de la presidencia: “Esto fue una declaración de guerra. Si no acompañan por las buenas, ajustarán por las malas. El radicalismo vuelve otra vez a confirmar que solamente sirven para ser las putitas del peronismo”.

7. Retomando el planteo weberiano de la dominación carismática, en Milei, así lo asume, está presente el profeta, pero en su personalidad múltiple no es imposible que aparezca el demagogo, con sustento en cualquier caso de revelaciones, magia, aptitudes extraordinarias y miserias humanas. Pensar que los que opinan diferente son traidores, marcarlos en fotografías para decir que esos no votaron lo que los argentinos necesitan (la sociedad argentina no es monolítica, no hay una sola voz), desecha la política, reduce la democracia y no abre espacios para el diálogo. Recordemos a Mario Benedetti (¿De qué se ríe?): “ustedes duros con nuestra gente, porqué con otros son tan serviles”.

(Profesor UAM)

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