En atención a la solicitud de información de las madres y padres de los estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa durante la reunión celebrada el 20 de septiembre con el presidente Andrés Manuel López Obrador, realizamos una búsqueda minuciosa de los documentos emitidos por el Centro Regional de Fusión de Inteligencia de la Sedena en Iguala creado en enero de 2013 durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Los CRFI, como se ha denominado a este tipo de documentos, describen las acciones, operaciones o instrucciones de este órgano de inteligencia que deben corroborarse o ampliar información a través del despliegue de los Organismos de Búsqueda de Información (OBI), y que son remitidos a los mandos superiores para su conocimiento a efecto de que los comandantes responsables de los OBI implementen el seguimiento o el cumplimiento de las órdenes que el caso amerite.
De los 868 CRFIs solicitados, ubicamos 18 relacionados con el caso, donde se identifican diversos temas: intervención de comunicaciones y el seguimiento sistemático de las actividades o enfrentamientos entre grupos delictivos, así como el registro de los hechos de violencia cometidos contra los estudiantes normalistas e información sobre su posible paradero. Mismos que dimos a conocer a los padres y madres de los estudiantes, así como una adenda al 2º. Informe de la Presidencia de la Comisión por la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa.
Estos documentos refieren actos realizados antes, durante y después de la desaparición de los estudiantes y confirman lo señalado en el 2º Informe tanto en el análisis del contexto de la desaparición, como de las posibles causales de la misma, en particular la presunta infiltración de “Los Rojos” entre los estudiantes, y cómo todas las autoridades estaban informadas, minuto a minuto, desde la salida de los estudiantes de la normal en Tixtla y de los hechos de violencia de que eran objeto, siendo, cuando no negligentes u omisas, cómplices de la desaparición y el asesinato de otras seis personas.
Tras la publicación de esta adenda, solicité al presidente López Obrador, separarme del cargo de Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración y por tanto de la Comisión de la Verdad, reconociendo el apoyo que me brindó desde un inicio para encarar la herencia más dolorosa que recibió el actual gobierno, así como su respaldo para encontrar y dar a conocer la verdad por dolorosa que fuera.
De igual manera, la semana pasada, con el respeto y reconocimiento que me merecen las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos, les informé de la decisión que he tomado, señalándoles que he cumplido un ciclo en el que empeñé mi mayor esfuerzo por esclarecer los hechos, identificar a los responsables de la desaparición de sus hijos y ubicar su paradero, de lo cual he rendido cuenta puntual de los avances, obstáculos, búsquedas de campo y resultados de nuestro trabajo, en las reuniones de trabajo celebradas y en los informes publicados.
Como lo ha señalado el presidente López Obrador, la investigación entra en una nueva fase, en la que el presidente personalmente conducirá el caso, refrendando el compromiso que asumió desde el primer día del gobierno. La investigación no puede estar en mejores manos para llegar hasta las últimas consecuencias.
Como se esperaba, nuestros adversarios han respondido de manera iracunda, tanto quienes han sido los usufructuarios de la verdad histórica, como quienes medraron anteriormente de las instituciones, distrayendo recursos cuya misión era atender a las víctimas.
No es para menos, hemos enfrentado y afectado intereses del viejo régimen, así como las resistencias y obstáculos que perduran en esta transformación. Queda mucho por hacer, continuaré trabajando desde nuevas trincheras por la verdad y la justicia. Así lo he hecho a lo largo mi vida y lo seguiré haciendo, en apego a mis principios y convicciones.
Quiero reconocer la firmeza y dignidad que han mantenido los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa a lo largo de su lucha por la verdad, la justicia y por conocer el paradero de sus hijos, y agradecer las atenciones que me brindaron. Estoy seguro de que seguiremos encontrándonos en el camino.