En memoria de Othón Salazar
El día de ayer, 4 de diciembre, se cumplieron 15 años de la muerte del profesor Othón Salazar, destacado dirigente magisterial y miembro del Partido Comunista Mexicano, nacido en 1924 en Alcozauca en el corazón de la montaña de Guerrero, en el seno de una humilde familia indígena, en un contexto social marcado por la pobreza y la marginación social.
Sus dotes como orador le hicieron ganar el título de “el predicador rojo”, quizá porque su primera vocación fue el sacerdocio, la que años después dejó atrás por la convicción revolucionaria que forjó en la educación rural que sembró la semilla de la lucha social que lo inclinó por el camino de la educación y la militancia política durante toda su vida
En un relato de Enrique Semo, Othón Salazar da cuenta del contexto de su formación: “La escuela socialista en la que me eduqué, donde se nos hablaba del proletariado, de la triste vida del indio, de la triste vida de los pobres y esa influencia yo la traía y me ayudó mucho que nunca tuve ambición por el dinero, nunca, por eso la pobreza me golpeaba, pero no me doblegaba y seguía adelante. Mi maestro, al saber que faltaban ocho días para que yo viajara a Chilapa, me preguntó si era cierto que yo ingresaría al Seminario, le dije, ‘sí’, se lo dije sin esperar ninguna reacción de mi maestro, pero inmediatamente me dijo ‘yo creo que no. ¿No te gustaría mejor ser licenciado como don Benito Juárez?’, y como yo dominaba la biografía de don Benito Juárez eso me convenció que yo no debía ingresar al Seminario sino seguir el camino en busca de una carrera liberal”.
En 1952 fue dirigente del Club Estudiantil Normalista de las Juventudes Comunistas y en 1954 líder del magisterio democrático de la Sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, lo que llevó, en 1957, al surgimiento del Movimiento Revolucionario del Magisterio, MRM, el más relevante movimiento por la democratización del sindicato oficial de entonces, que tras la represión de que fue objeto, se planteó participar en la lucha armada junto con los jaramillistas, optando finalmente por la lucha democrática.
Entre 1956 y 1959 apoyó los movimientos ferrocarrilero y petrolero, junto a Valentín Campa y Demetrio Vallejo, con quienes compartió la persecución política por su participación en la lucha social.
Fue señalado como enemigo público del régimen, perseguido por apoyar abiertamente la revolución cubana en 1958 y considerado una amenaza comunista que apoyaba desde la educación pública a los “sovietófilos”. Por ello, en septiembre de 1958, fue secuestrado por la Policía Federal de Seguridad y torturado en cárceles clandestinas, donde estuvo durante 89 días. En 1960 participó en la huelga del magisterio y fue cesado del magisterio, condición que mantuvo hasta su muerte, ante la negativa de las direcciones de Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo, quienes impidieron su reinstalación como escarmiento al magisterio disidente.
En 1964 se unió al Partido Comunista Mexicano, donde formó parte de su Comité Central. Fue diputado federal en 1979, formando parte de la primera bancada de la izquierda en el Congreso mexicano tras la conquista del registro del PCM, y nuevamente diputado en la LV Legislatura. Candidato a gobernador de Guerrero por el PCM en 1980. En 1987, bajo las siglas del Partido Socialista Unificado de México, ganó la presidencia municipal de Alcozauca, que en los años 80 fue el primer municipio gobernado por los comunistas en el México del siglo XX.
Othón Salazar falleció a los 84 años en Tlapa de Comonfort, Guerrero, como un hombre congruente con su forma de vida y su pensar, que militó con ética, principios y convicción. La enseñanza fue uno de sus pilares, pues siempre tuvo la convicción de la trascendencia del quehacer educativo, su lucidez e infatigable lucha por transformar este país en un espacio más justo, debería ser un referente obligado, más aún cuando signos del viejo régimen, como la cargada y el pragmatismo, buscan hacerse espacio en la transformación que vive el país.