El 8 de octubre, el World Economic Forum (WEF) dio a conocer su Índice Global de Competitividad (Global Competitiveness Index) de 2019.
Dicho índice mide distintos aspectos que contribuyen a la productividad y al crecimiento económico de los países, y ofrece un análisis objetivo basado en datos que los gobiernos deben considerar en la formulación de las políticas públicas.
La actualización del índice respecto al publicado en 2018 considera 103 subíndices particulares que se integran en 12 pilares que miden la competitividad económica de 141 países en distintos ámbitos.
Estos pilares miden el desempeño de cada país en la calidad de las instituciones públicas, niveles de infraestructura, estabilidad macroeconómica, funcionamiento del mercado laboral, y estabilidad financiera, entre otros.
Cada pilar se evalúa con una calificación que va de 0 a 100, y obviamente la calificación de 100 corresponde a la meta que debería de perseguir todo país para cada indicador en particular.
En el informe del WEF, México se ubicó en el lugar 48 de los 141 países evaluados, lo que implica una caída de dos peldaños respecto a su posición el año pasado. Del lado positivo, México alcanzó una calificación de 98 puntos sobre 100 en el pilar que mide la estabilidad macroeconómica y, de hecho, obtuvo una calificación casi perfecta en el manejo de la deuda pública (99.7 puntos) y una calificación de 95.9 puntos en el índice que mide el comportamiento de la inflación. Por su parte, el estudio también destaca la transparencia en el manejo de las cifras de finanzas públicas, donde México se situó en sexto lugar entre los 141 países evaluados.
Otro tema sumamente relevante es el papel de la innovación como generadora de crecimiento económico. En este contexto, la calificación de México resultó de sólo 43.6 puntos sobre 100. Sobresale el bajo nivel de inversión que se dedica en México a la investigación y desarrollo (0.5% del PIB), así como el número reducido de patentes (1.8 aplicaciones por cada millón de habitantes) y su poca diversidad en los campos de la innovación.
Un pilar en el que México obtuvo calificaciones desfavorables es en el que se evalúa a las instituciones públicas, ya que sólo alcanzó 48.3 puntos de 100. Dentro de los índices que comprenden dicho pilar, sobresale el desempeño desfavorable en los rubros que miden los problemas generados por: (1) El crimen organizado, ya que México se ubicó en la posición 138 de 141 países; (2) la tasa de homicidios, donde estamos entre los 15 países peor evaluados (lugar 129 de 141 países); (3) la confiabilidad de la fuerza policiaca, ya que se ubicó entre los tres peores países (lugar 139); (4) libertad de prensa —donde se le colocó entre los 25 países peor calificados—, y (5) la incidencia de la corrupción, donde México redujo su calificación respecto al año anterior y se ubicó entre los 25 países con menor calificación (116 de 141).
Al considerar en su conjunto los resultados comentados, se pueden obtener tres conclusiones generales: (1) Los principales retos que continúa enfrentando México son la corrupción y los problemas de seguridad pública que han afectado no sólo al dinamismo económico de nuestro país, sino también a su competitividad frente a otros países y a su atractivo a la inversión privada, tanto nacional como extranjera; (2) la estabilidad macroeconómica que ha distinguido a México entre sus pares se debe a la excelente labor que han realizado instituciones como el Banco de México —particularmente en el manejo de la inflación— y la Secretaría de Hacienda —donde se destaca la transparencia y el buen manejo de las finanzas públicas—; y (3) los esfuerzos de las políticas públicas hacia delante deberán de dedicar atención primordial a generar las condiciones necesarias para que la población mexicana tenga mayores incentivos a la innovación.
Director de Analítica en Grupo Financiero Banorte. Las opiniones que se expresan son responsabilidad exclusiva del autor.
Twitter: @alexcervantes