La nostalgia sigue siendo una poderosa aliada de los productores de cine y televisión. En el caso de la segunda, es clara una tendencia por los “revivals” o los regresos de viejas series que fueron exitosas y cuyo su renacimiento no es sino apuesta económica por sacar más jugo a fórmulas probadas.
Series como iCarly, Night Court o That 90’s Show (secuela de la exitosa That 70’s Show) explotan el buen recuerdo que nos queda sobre esas series pero (al menos en Estados Unidos) hay un regreso que ha creado mucha expectativa.
Se trata de Party Down, serie creada por John Enbom, Rob Thomas, Dan Etheridge y el mismísimo Paul Rudd hace más de diez años (2009) y que en su momento generó un alud de críticas positivas.
Esta serie cómica usaba la fórmula de la “comedia en un lugar de trabajo” llevándola a un nivel mucho más mordaz y hasta con cierta crítica social. Party Down es una serie sobre un grupo de (entonces) jóvenes en Hollywood que mientras encontraban trabajo como actores (o mientras esperaban a ser “descubiertos” por algún agente) trabajaban en una compañía de “catering”, empresas encargadas de proporcionar comidas y/o bebidas en diferentes eventos así como ofrecer el servicio de meseros.
Siempre con camisa blanca, pantalón negro y una característica corbata de moño rosa, los Party Down eran Ken Marino, Adam Scott, Lizzy Caplan, Ryan Hensen, Martin Starr, Jane Lynch, y Megan Mullally. En episodios de tan solo treinta minutos, la serie tenía un balance interesante entre humor, comedia física y sátira.
No obstante las buenas críticas a la serie, esta fue cancelada en su primera temporada por bajos ratings, pero el buen recuerdo de la misma (y el hecho de que varios de sus protagonistas triunfaron en otras series icónicas como Glee y Parks and Recreation) propició que la cadena ordenara (en 2021) su regreso en una temporada de tan solo seis capítulos.
Ahora, en 2023, Party Down regresa con prácticamente todos sus protagonistas. En el primer episodio nos enteramos que muchos de ellos han dejado la empresa. El fallido actor Henry Pollard (Scott), aún famoso por un comercial de cerveza, es ahora profesor de secundaria. El egoísta Kyle Bradway (Hansen) finalmente consiguió su gran oportunidad y ahora debuta como estrella en una película basada en cómics.
Por su parte Lydia Dunfree (Mullally) encuentra el éxito a través de la carrera de su hija (Liv Hewson, reemplazando a Kaitlyn Dever), y la espiritista Constance Carmell (Lynch) se siente económicamente cómoda como mecenas de artistas. Ron Donald (Marino) sigue como el jefe del equipo y también regresa el hastiado y fallido escritor de ciencia ficción Roman DeBeers (Starr).
En una fiesta de celebración del actor Kyle Bradway, la pandilla se reúne. Por fortuna (para nosotros) se desatan varios hechos que derivarán en el regreso de varios de ellos a la empresa.
Así, veremos cómo los chicos de Party Down dan el servicio en la fiesta de cumpleaños de un actor famoso (James Marsden), participan en un evento para los fanáticos de Sting y en un baile de graduación falso.
Party Down conserva su característica acidez y su lente surrealista hacia la vida cotidiana en Hollywood. Los temas son los que se esperan: post pandemia, cultura de la cancelación, la predominancia del cine de superhéroes, las redes sociales, los influencers y el nacionalismo gringo, todos integrados de forma orgánica en la serie.
Es extraño que una serie cancelada en su primer temporada y vuelta a la vida diez años después sepa conservar la puntería para seguir hablando de la cultura gringa con tan buen humor y certera crítica.
Party Down se puede ver en Lionsgate+
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