Alejandro Alemán

¡No estás invitada a mi bat mitzvah!

Adam Sandler pone a trabajar a toda su familia en esta divertida comedia adolescente.

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02/09/2023 |08:30
Alejandro Alemán
Autor de opiniónVer perfil

Si hay algo en lo que es efectiva ¡No estás invitada a mi bat mitzvah! (You Are So Not Invited to My Bat Mitzvah, EU, 2023) es en contagiar el caos adolescente que vive su joven protagonista, Stacy (Sunny Sandler, hija de Adam Sandler). Mediante un ritmo vertiginoso que no da descanso (principalmente en la primera mitad del filme), una edición acelerada (a cargo de Jamie Keeney y Brian Robinson) y un alud de canciones que retratan a la época, la película nos muestra a una Stacy preocupada por la inminente llegada de su bat mitzvah, lo cual implica el deseado arribo a la edad adulta.

Como toda adolescente que se respete, lo que menos le importa a la mujer en ciernes es la ceremonia religiosa, los rezos o la Torah: lo que importa es planear la pachanga, que sea la fiesta más épica posible, con un yate en medio del Río Hudson, fuegos artificiales, y Olivia Rodrigo (o en su defecto Dua Lipa) cantando en el evento.

Pero, claro, sus papás (el siempre fachoso Adam Sandler, haciendo su gustado papel de Adam Sandler, e Idina Menzel como la madre juiciosa y abnegada) no tienen el dinero suficiente (y para el caso ni las ganas) para gastar tanto en una fiesta que en principio solo se trata, como bien dice su padre, de celebrar el “ser judío”.

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Los problemas de Stacy apenas comienzan: tiene tremendo crush con el galán de la clase (un tipo más bien gris, que no parece precisamente brillante pero que se sabe popular, interpretado por Dylan Hoffman) al que tratará de (torpemente) conquistar, además luchará por pertenecer al grupo de las chicas populares y por si fuera poco, tiene problemas para aprenderse los rezos de la ceremonia religiosa.

Pero el mayor conflicto se va gestando desde el inicio de la cinta en las propias narices de Stacy, y es que su mejor amiga de toda la vida, Lydia (Samantha Lorraine), quien también tendrá su bat mitzvah, en secreto está enamorada del mismo tipito popular y sangrón. La traición se consumará cuando Lydia no solo logra conquistar sino que además se besan frente a Stacy, lo que desatará la furia de la adolescente y el lapidario título de la película.

Se trata pues de una comedia ligera pero absolutamente disfrutable. Y es que es notorio que la propia familia Sandler se lo pasó genial haciendo esta película (que al parecer forma parte del jugoso contrato que tienen con Netflix) donde literalmente Adam Sandler puso a chambear a todos: su hija Sunny, la protagonista, su esposa Jackie como la mamá de Lydia, y hasta su hija mayor, Sadie Sandler, como la hermana un poco más sabia, calmada y que por alguna razón se la pasa todo el tiempo viendo películas en su celular (¡qué horror!).

La cinta se adereza con un puñado de personajes (Luis Guzmán, Sarah Sherman, Jackie Hoffman), todos amigos del orgulloso papá quien sabe hacerse un lado para dejar brillar a los orgullos de su nepotismo, sus hijas Stacy y Ronnie, quienes independientemente de lo que sea demuestran que saben plantarse frente a la cámara y sobre todo, presumen una viz cómica que definitivamente viene de familia.

El final, tremendamente convencional (no podría ser de otra forma), no deja de ser una celebración a la cultura judía, y por qué no, también una celebración a la familia Sandler.