La primera serie dirigida por Alfonso Cuarón es un elegante ejercicio de estilo que entrega mucho cine y poco o nada de televisión.
Por: Alejandro Alemán
Cuando a Woody Allen le pidieron hacer una serie de televisión (Crisis in Six Scenes, 2016) el cineasta neoyorquino entregó, sin pudor alguno, una película de tres horas cortada en episodios de 24 minutos. Así es como Allen literalmente tomó el dinero y huyó.
Hoy día, el mexicano Alfonso Cuarón repite el mismo truco para su incursión en la televisión: Disclaimer (Reino Unido, Estados Unidos, 2024), su primera miniserie de tv, tiene mucho más cine y casi nada de televisión.
Y no es queja, al contrario, Disclaimer es uno de los mejores trabajos de Cuarón.
Basada en la novela homónima escrita por Reneé Knight, Disclaimer es una película de siete horas cortada convenientemente en siete capítulos que ni nombre tienen.
Y aunque el guión -escrito por el mismo director- sabe cerrar algunos de los episodios con el suspenso suficiente como para darle obsesivamente play al siguiente, Cuarón mismo ha declarado que él no sabe hacer televisión y que Disclaimer fue filmada, editada, producida y actuada con el rigor de una gran producción cinematográfica.
Esto último salta a la vista de inmediato, no hay rubro en esta serie/película que no grite la palabra “perfección”: la cámara de Lubezki y de Bruno Delbonnel que no solo hace uso y abuso de planos secuencia sino de una luz perfecta que destaca u oculta a los personajes según lo necesite la historia, un diseño de producción impecable, particularmente en las casas que habitan los protagonistas: un matrimonio en apariencia feliz y un recién viudo que no puede lidiar con la pérdida y la soledad, las actuaciones, todas espectaculares, destacando el trabajo de Kevin Kline, quien con esta serie regresa a los papeles retadores y complicados, demostrando una vez más el gran actor que es.
Catherine (Cate Blanchet) es una reconocida documentalista, exitosa y ganadora de premios. Está casada con Robert (Sacha Baron Cohen en un papel exento de toda comedia) un abogado no tan exitoso como su esposa. Ambos viven con su hijo adolescente, Nicolas (Kodi Smit-McPhee) en una magnífica casa en Londres.
Sin previo aviso, Catherine recibe un día un misterioso libro, “The Perfect Stranger”, que ojea obsesivamente. En este volumen, editado de forma independiente, Catherine lee una historia que ella creía enterrada y que ahora sale a la luz. Desesperada, Catherine buscará al autor, que no es sino un viejo profesor de escuela, viudo y en eterno duelo, llamado Stephen Brigstocke (genial Kevin Kline).
El libro es apenas el primer paso de Stephen en una elaborada vendetta contra la exitosa Catherine, misma en la que está involucrado el recuerdo de Jonathan (Louis Partridge), el hijo de Stephen quien (según vemos en varios flashbacks) era un adolescente ejemplar que un día, estando de mochilero por europa, pierde la vida en circunstancias extrañas.
A Cuarón no le toma más de un episodio poner las piezas en su lugar. Lo que seguirá es ir desdoblando la historia: ya sabemos lo que sucede, ahora lo que sigue es ver cómo sucedió. Todo libro cuenta una historia, pero no toda historia es la verdad absoluta. Esto es cierto para el misterioso libro de Brigstocke pero también lo es para la serie misma: ¿qué de lo que vemos es real y qué no?, ¿cómo funciona el mecanismo por el cual creemos o no en la versión de una u otra persona?, y más interesante aún: ¿cómo es que los seres humanos nos creamos nuestras propias mentiras para eludir la dolorosa realidad?
Este último es el principal tema de Disclaimer, tópico por demás pertinente en la era de la post verdad, donde una mentira repetida miles de veces se vuelve en verdad. Pero a la realidad no se le puede engañar permanentemente, ésta regresará siempre para pegar de regreso.
Por momentos, Disclaimer se siente como un “Grandes Éxitos” de Cuarón: tomas de personajes que caminan hacia el mar (ROMA), la pasión de dos amantes furtivos y sus encuentros sexuales llenos de adrenalina y deseo (Great Expectations), grandiosos planos secuencia que ponen a prueba no solo la capacidad técnica de la dupla Lubezki-Delbonnel sino que además retan a los actores a seguir con diálogos larguísimos e intensos (Children of Men), escenas donde predomina el color verde (toda la primera etapa de la filmografía de Cuarón) y un obsesivo cuidado por los detalles.
Hay decisiones que parecen erróneas en los primeros episodios: esos cortes en forma de iris que se abre y cierra, esa voz en off que pareciera flojera del guionista (nos cuenta en lugar de mostrarnos), y cierto ritmo que parece distraer más que aclarar la historia. Pero nada aquí es parte del azar, lo anterior hará sentido cuando la serie llegue a un giro de tuerca que cambia todo y que obliga a ver la serie dos veces, para corroborar que nada es improvisado.
Al inicio de la serie, la presentadora del premio que ganará Catherine advierte en su discurso: “Cuídense de la narrativa y la forma, su poder nos puede acercar a la verdad pero también puede ser un arma con gran capacidad de manipulación”.
Y en efecto, Cuarón nos engaña permanentemente, nos manipula, nos hace dudar y voltear en la dirección errónea. Disclaimer es una clase maestra en el uso de la narrativa cinematográfica, un gran juego donde el realizador mexicano utiliza todo el arsenal de años haciendo cine para probar su punto: la peor mentira es aquella que se disfraza y se asume ciegamente como verdad.
Disclaimer se puede ver exclusivamente por Apple TV Plus.