Sin tomar en cuenta decenas de audios y fotografías, en Palacio Nacional saben de la existencia de cuando menos 15 videos donde aparece, (de manera clara pero presunta en términos formales), el hermano del Presidente, Pío López Obrador, operando y recibiendo dinero en efectivo.
Si bien es cierto AMLO supo de los videos de su hermano con David León Romero unos días antes de su difusión, lo alarmante radica en que algunos de su equipo cercano de trabajo ya tenían, (desde hace casi un año), conocimiento de ellos, pero nadie se atrevió a comentárselo de manera clara. “Que el baño lo reciba otro”, decían y se echaban la pelota.
Me hacen saber que esos videos, audios y fotografías estuvieron resguardados en instalaciones federales, pero lamentablemente para todos los personajes que aparecen, tanto originales como las dos copias que existían de cada ejemplar, fueron sustraídos por sujetos desconocidas.
La preocupación y coraje del Presidente radican en sentirse a merced de quienes tienen dichos videos, pues claramente administrarán su filtración como lo crean conveniente, y eso, por supuesto, mantendrá en vilo a quienes aparecen en ellos, ya que algunos Secretarios y Directores en funciones podrían correr la misma suerte de David León Romero, además de la exhibida mediática.
La comprometedora videoteca de Pío López Obrador contiene varios materiales similares a los mostrados por Carlos Loret. De hecho, en Palacio Nacional suponen se trató tan sólo de “una probadita”, pues de acuerdo a lo que me dicen, existen dos o tres grabaciones cuyo contenido es “bastante más fuerte aún”, y por ello, seguramente serán difundidas.
Le llamaban “la videoteca incómoda” y resulta extraño no la hubieran destruido, más aún si perjudicaba directamente a un hermano del Presidente. Sin embargo, decidieron conservarla por los “personajes que acompañan a Pío en las cintas, pues en algún momento podrían utilizarse en beneficio de la 4T”.
Dicen no saber quién la robó, (pues se llevaron hasta las copias), pero hay algunos personajes en Palacio que conocen el contenido de todos los videos, y es tanta la magnitud de lo visto, (aunado al peso de los personajes que acompañan a Pío), que justamente por ello no encuentran la forma de decírselo al Presidente, “ardería Troya”. Veremos si se atreven.
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