El transporte digno es una necesidad inmediata para todas y todos los que vivimos en esta ciudad. La Ciudad de México está en uno de los momentos más críticos de la historia del transporte colectivo. La necesidad de dignificar el transporte no solo es con la intención de mejorar las condiciones de movilidad que han caracterizado a esta ciudad en las últimas décadas, sino precisamente canalizar los esfuerzos para evitar una tragedia tras otra como han venido ocurriendo bajo la administración de Claudia Sheinbaum donde las negligencias han costado ya algunas vidas.
¿Cómo se dignifica el Metro, el transporte, la movilidad?
En vez de capitalizar las zonas del primer cuadro de la ciudad que implica el desplazamiento de los locales ante la llegada de los nómadas digitales y el fenómeno de la gentrificación, la posición social del gobierno debería estar evocando todos los esfuerzos posibles por evitar justamente la movilidad innecesaria de los capitalinos. No es una cuestión de incrementar las rutas, los camiones y las líneas de otros medios como el trolebús y Metro, sino de repensar las estructuras que reduzcan la cantidad de tiempo que pasan las personas de un trayecto a otro.
En los 20 kilómetros que constituyen el Viaducto Río de la Piedad trasladando personas de oriente a poniente y viceversa puede verse de manera clara y precisa el trayecto clave que realizan los capitalinos. Este es tan solo uno de los caminos que aglomeran cientos y cientos de vehículos todos los días haciendo que un trayecto de estas dimensiones se recorra a veces en más de dos horas. Lo que significa 10 kilómetros por hora, que es la velocidad promedio de una bicicleta.
La incapacidad de crear rutas alternativas sí depende de la infraestructura que brinda la ciudad. Por eso, el estado en descomposición que presenta el Metro de la ciudad no puede ser llamado “atípico” como le gusta llamarlo a la jefa de gobierno, pues es simplemente resultado de una negligencia de años que no han podido resolver y solo ha empeorado en la última administración de Morena.
La dignidad del transporte radica precisamente en poner a las y los capitalinos con en las condiciones necesarias para mejorar la calidad de vida: no para empeorarla.
Este gobierno se ha caracterizado por justificar todas y cada una de las acciones que mantienen sumergida a la ciudad en una eterna sombra de problemas sin resolver. Siempre tiene la culpa alguien más, seguimos sin tener soluciones.
Lo que tenemos frente a nosotros hoy en día es la dignidad que agoniza por la incompetencia, la corrupción, como la línea 12, falta de visión por los cientos de ciudadanos que esperan cansados abordar un RTP por la falta de Metro en algunas zonas. Tenemos una ciudad frente a nosotros que necesita ser dignificada a la altura de los que vivimos aquí.
La ciudad de México, en su constitución política lo dice, “La Ciudad pertenece a sus habitantes” de sus ciudadanos, y hoy nos toca dignificarla y sostenerla.