Pasaron casi dos años desde que el brote de Covid cambió la historia del mundo contemporáneo. En México, desde entonces han muerto casi 300 mil personas a causa del virus. Las víctimas de la pandemia no pueden ser sólo un número y eso en México se entiende muy bien, porque nuestras tradiciones dignifican la ausencia, la hacen apacible, reconfortante. Somos una sociedad que vive con sus muertos en la memoria y les espera cada año en el Día de Todos los Santos.

En 2020 la pandemia no nos dio tregua. Vivimos la incertidumbre de futuro y la vida como la conocíamos. El gobierno federal y los gobiernos estatales optaron por mantener el confinamiento, por suspender toda actividad masiva. Ese año carecimos de nuestros espacios y tradiciones colectivas. Ese año que necesitamos recordar a nuestros difuntos tuvimos que hacerlo en la individualidad, algunos quizás sin mucho ánimo, con la incertidumbre de si el futuro sería ese nuevo mundo que apenas conocíamos. Afortunadamente algo cambió.

En la Ciudad de México junto con la frontera norte resultaron ser los primeros candidatos a la vacunación en 2021. La primera línea al campo de batalla para regresar a la normalidad. Pero qué es la normalidad sino nuestra manera de vivir el mundo en compañía. La ritualidad de ir a trabajar, de compartir con los demás nuestras fiestas y tradiciones. La normalidad de recorrer las calles de una ciudad en la que se viven miles de realidades al mismo tiempo.

El 2021 está a unos meses de concluir de manera optimista. El 18 de octubre tanto la CDMX como el Estado de México pasaron a semáforo verde. La ocupación de los lugares como restaurantes, foros y demás tendrán la oportunidad de palpar la normalidad casi como la conocíamos y con ello nuestras tradiciones continúan su regreso día a día. Los puestos ambulantes retoman nuevamente las calles, el Día de Muertos es la ocasión perfecta para mirarlo.

En 2016, luego de que la película de James Bond, Spectre, mostrara un desfile típico e inexistente hasta entonces, inspiró a las autoridades capitalinas a recrear y por tanto instaurar una nueva tradición. Desde entonces, los últimos años el Desfile del Día de Muertos forma parte de nuestra vida en la Ciudad de México recorriendo del Zócalo hacia Campo Marte. Esta nueva tradición genera turistas nacionales e internacionales que a la vez generan una gran derrama económica de aproximadamente 1,922 millones de pesos sólo en términos de turismo, pero no olvidemos el impacto que tiene para las clases menos favorecidas que gracias al comercio informal llevan el sustento a casa.

Nuestras tradiciones y costumbres son también nuestra economía. Por eso es importante reconocer que el futuro nos alcanzó y la normalidad después de la pandemia por Covid se reestructura día con día. La nueva normalidad en la CDMX va más allá de lo que pensaba la actual administración, pues la nueva normalidad se fue construyendo en cada hogar de las personas que habitan esta ciudad.

Los mexicanos lo hemos hecho de nuevo. Hemos podido habitar la tragedia y superarla, como ciudad, pero también como familia. Hemos visto la pérdida, pero también soñamos con seguir. El día de muertos es también día de todos.

Twitter: @alepuente100

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