El 27 de marzo pasado vivimos la Ceremonia de los premios Oscar más desconcertante de la historia, con una bofetada en directo que dejó perplejos a todos.

A estas alturas ya se han apuntado los dedos hacia todas las partes: al comediante Chris Rock y su desatinada broma fuera de guión en referencia a la alopecia que sufre Jada Pinkett Smith; a la reacción violenta e injustificable de Will Smith, esposo de Jada; a la torpeza en la reacción de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.

Paradójicamente de lo que poco se ha hablado y que es la esencia de la gala, es del cine.

Ese manotazo dinamitó la atención hacia los hechos importantes d ela noche.

Por ejemplo, el polémico Oscar a Mejor película a CODA que ha puesto de los nervios a los críticos cinematográficos porque, a pesar de ser un filme hecho para que las personas pasen un buen rato (y lo consigue), es un remake de una exitosa película francesa, La familia Belier (2014).

En un año en el que había grandes producciones originales como Belfast, El poder del perro o Drive my car, por mencionar algunas, el que se haya decidido premiar la opción más fácil ha levantado ampollas y puesto en la mira el cuestionado sistema de votación de estos galardones.

Otra cosa que la cachetada de Will Smith opacó es el hecho de cómo, por segundo año consecutivo, la Mejor película está dirigida por una mujer.

En 2021 fue Nomadland, de la realizadora china Chloé Zhao y en esta ocasión la hazaña la logró la directora Siân Heder. Sólo tres películas dirigidas por mujeres han logrado el máximo reconocimiento en la historia de estos premios y la pionera fue The hurt locker, de Kathryn Bigelow (2009).

El golpe también ensombreció el hecho de que Jane Campion se haya convertido en la tercera mujer en lograr el premio a mejor dirección. Y también le ha robado la atención a otro factor sustancial que marca un antes y un después en la industria y es cómo, por fin, se aceptó darle un Oscar a una plataforma de streaming, pues CODA es de Apple TV.

Otros galardones que marcan un hito son el Oscar a Ariana DeBose, la primera estrella queer Afro-Latina en obtenerlo como Mejor actriz de reparto (West side story), así como Troy Kutsor, el primer histrión sordomudo que tiene esta estatuilla (CODA). La primera actriz sordomuda en lograrlo había sido la estadounidense Marlee Matlin por Hijos de un dios menor (1986).

Qué decir del preciado momento en el que Francis Ford Coppola, Robert De Niro y Al Pacino salieron juntos al escenario para recibir el homenaje a los 50 años de El Padrino y que llegó justo después del manotazo que aún tenía a todos en shock, lo que hizo al momento pasar casi desapercibido.

La violencia que vimos en los Oscar quitó del mapa las conversaciones principales e hirió de gravedad a una Academia que ya estaba sumergida en una crisis de credibilidad.

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood necesitará más que una reprimenda a Will Smith para encontrar la fórmula que le permita recobrar el prestigio de antaño porque de lo que tampoco se ha hablado es que en realidad, el mayor trancazo que recibieron los Oscar en esta edición, es que no lograron recuperar sus números dorados de audiencia, ni siquiera con el escándalo.

unmundodecine@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS