Todos tenemos esos amigos, familiares, referentes o incluso estrellas, a las que vemos como imposibles de apagarse.
Son personas que están llenas de vida, a las que ningún proyecto se les resiste, que se comen el día a día a puñados.
Verlas partir es inconcebible. Sobre todo cuando se marchan jóvenes y con un montón de proyectos bajo el brazo.
Justo hace unos días se estrenó en Disney Plus Limitless la nueva serie en la que Thor, Chris Hemsworth, se somete a retos que parecen inalcanzables.
Como se imaginarán, a este hombre en perfecta forma hay pocas cosas que se le resistan. Pero es en el último capítulo, en el llamado la “aceptación”, en donde hasta la armadura más fuerte, el corazón que parece imbatible, se rompe.
En este episodio al dios del trueno lo enfrentan a sentir dos cosas: el saber que un día llegará su propia muerte y el hecho irrefutable y sin escapatoria de que a lo largo de su vida también tendrá que asumir la pérdida de sus seres queridos.
No es sorpresa que el proceso de entender su partida sea complejo pero que en él encuentre unas ganas de vivir tremendas. Que asuma el hoy como lo único y que diga que quiere parar un poco el tiempo y los proyectos para estar más con los suyos.
A fin de cuentas, eso es lo que realmente importa, los nuestros. Tampoco extraña que el reto que Hemsworth afirma no estar dispuesto a lograr es el de aprender a aceptar que algún día tendrá que dejar ir a los que ama.
“Todavía no estoy listo”, dice contundente y a la vez vulnerable frente a la cámara.
Nunca estamos preparados. Pero es verdad que hay cosas que nos ayudan a transitar por ese camino hacia abrazar la trascendencia de los que se nos adelantan. Como bien dice la “doula de la muerte” que acompaña a la estrella en todo este proceso, “fallecer es algo tan natural, tan simple. Es sólo un soplo, una última respiración”.
Recordarlo nos sitúa. Pone en pausa estas agendas ajetreadas y complejas que nos creamos sin darnos cuenta de que lo importante es tan esencial, que se resume en algo muy sencillo: querer sin límites. Agradecer el presente. El propio Darren Aronofsky, cineasta multipremiado (El cisne negro, The Whale) y creador de esta serie, contó tras la presentación de este episodio cómo justo cuando su madre acababa de morir y su padre estaba lidiando con una enfermedad terminal, él estaba revisando la edición de este capítulo en casa de su progenitor.
Sin esperarlo, él se acercó y se sentó a su lado a verlo. “¿Te sientes cómodo papá, prefieres que lo quite?”, le dijo preocupado.
Su padre lo miró con ternura y le respondió: “Al contrario, esto me ayuda, pero sobre todo, te ayuda a ti”.
Es cierto, lo más difícil nos toca a los que nos quedamos. Ese es el verdadero reto, el que nos requiere estirar todos los resortes del amor y la supervivencia para lograr la aceptación. Por ello a los que han perdido a su gran estrella, esa que parecía inmortal, hoy los abrazo. Sobra decir, que el amor que nos dejan nunca se apaga.