Un afín en particular entre Her (2013) y Lost In Traslation (2003), más allá de que funcionan como carta de despedida y perspectivas de la forma en que ambos directores -Sofia Coppola y Spike Jonze, respectivamente- vivieron y manejaron su duelo después cuatro años de relación; lograron transmitir la soledad de sus protagonistas que aún entre inmensas ciudades, se sienten atrapados e incomprendidos.

Algo similar ocurre con All Of Us Strangers, adaptación dirigida por Andrew Haigh basada en el libro del escritor japonés Taichi Yamada, cuyo melodrama fantástico maneja la soledad enfatizando el abandono de los protagonistas Adam (Andrew Scott, Fleabag) y Harry (Paul Mescal, Aftersun) y el aislamiento del mundo dentro de sus departamentos.

Ambos sobrellevan su abandono y rechazo familiar a su manera; Adam, por una parte, se dedica a la escritura de guiones para cine y cuando es necesario, para la televisión; y por otra parte, Harry encuentra un refugio en el alcohol.

Después de que una alarma de incendios sonara en el edificio, Adam y Harry se conocen, entablan una conversación un tanto incómoda pues, Harry en estado de ebriedad le propone a Adam tomarse unos tragos, propuesta que rechaza. Hasta que unos días después se reencuentran y aceptan pasar una tarde juntos. Ese primer encuentro es suficiente para dejar en claro las intenciones y preferencias sexuales de ambos. Algo es claro: la atracción es mutua.

Las conversaciones que giran alrededor de este romance son reveladoras en tanto que dejan en evidencia los estigmas que existen dentro de la comunidad LGBT a causa de que la sociedad misma -homófoba y sexista-, dictan lo que es masculino y sentencian lo que parece débil o afeminado, recurriendo tener que cambiar su lenguaje y la manera en que se refieren los unos con los otros. “Queer suena más educado que gay” menciona Harry en un momento dado.

Simultáneo a este encuentro, Adam decide escribir lo que pareciera ser un guión que trata sobre las remembranzas de su infancia antes de que el fatídico accidente automovilístico le arrebatara la vida a sus padres y su niñez diera un giro abrupto.

Adam decide visitar la casa dónde solía vivir en su infancia y se reencuentra con sus padres, dónde después de una larga ausencia, se ponen al tanto.

Las conversaciones se tornan tensas una vez que el tema de las preferencias sexuales de Adam sale a relucir, su madre (Claire Foy, The Crown) le reprocha que las personas “así” mueren en soledad.

En contraparte, su padre (Jamie Bell, Billy Elliot) le confiesa que por ciertos comportamientos ya lo sospechaba; entre lágrimas, le ofrece disculpas por no haber estado presente en aquellos momentos en que notaba a su hijo abatido.

Las últimas visitas resultan ser las más significativas. Adam logra reconciliarse con su madre y le confiesa que desde su partida hacía toda clase de planes, lo que le hubiera gustado vivir con sus padres; inclusive las discusiones y peleas que en algún momento todo hijo/a tiene con su madre por no saberse “comprendido” tachando a sus padres como los peores; situación que Adam nunca entendió pero quiso vivir. Se estrecha un vínculo fortuito entre padre, madre e hijo.

Lo que ya no fué, Adam lo construye, probablemente cómo parte de su duelo con el objetivo de darle un cierre a esa falta que ya no pudo ser cobijada. Adam recibe por fin, el abrazo que siempre necesito de niño.

El tiempo comienza a deformarse; pesadilla tras pesadilla. ¿Realmente pasa tanto tiempo a lado de Harry o es una alucinación provocada por la droga que consumen en el club?

Heigh lleva la trama en un tipo de laberinto; ya no se distingue hasta qué punto All Of Us Strangers y la historia contada por Adam es su realidad misma o la ficción que está escribiendo: ¿Harry forma parte de esa ficción? Podría ser la aproximación más certera, pero no definitiva.

All Of Us Strangers concluye con amargura y de una forma un tanto irónica. Las líneas de la canción The Power Of Love crean un contraste sombrío pues el argumento en sí mismo no deja cabida para el amor, ni siquiera para la esperanza de que tanto Harry cómo Adam pudieran sobrellevar la gran carga de soledad que llevaban pegada al pecho en compañía. Lo pareció en un momento dado, pero no fue más que un intercambio de pesares, dejando a los protagonistas como mártires.

¿El poder del amor? ¿Qué amor? Mejor dicho una condena a la infelicidad.

Por otra parte, All Of Us Strangers refleja una sociedad en la que sigue latente la homofobia y los alcances que los estigmas sociales pueden provocar y este tipo de narrativas audiovisuales son menester analizarlas, pues no vemos las películas como son, sino como somos.

Esta película está disponible en Star Plus.

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