El Feminicidio constituye la materialización más exacerbada y radical de la violencia hacia las mujeres , en 2020, fueron asesinadas 81 mil mujeres en el mundo, una mujer cada seis minutos; en México, cada 2.4 horas; es un delito que cada año crece de manera alarmante y se agrava por la impunidad y la ausencia de una tipificación homologada de delito de feminicidio , lo que obstaculiza judicializar los casos y por ende imposibilita alcanzar la justicia de los mismos.
De 2015 a 2021 el feminicidio se incrementó 137 por ciento, siendo 2021, el año más violento para las niñas, adolescentes y mujeres de nuestro país, se abrieron 1004 carpetas de investigación por este delito, de acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Es un flagelo que lejos de ser castigado e inhibido, crece cada año de manera sostenida; las estadísticas y casos como el de Fernanda Sánchez Velarde evidencian que, en su labor de investigación, persecución y sanción, las autoridades federales y estatales se han quedado cortas en hacer justicia a las víctimas de feminicidio.
Fernanda fue asesinada el 4 de enero de 2014 en el municipio de Cuautitlán Izcalli por su pareja sentimental, Led Clemente Sandoval, sin embargo, la carpeta de investigación se inició como suicidio.
Sus padres tuvieron que luchar durante años para probar que Fernanda había sido víctima de feminicidio, fue gracias al trabajo arduo de sus padres y hermanos que el caso no quedó en la impunidad; el 30 de marzo de 2021 fue detenido Led Clemente y hace menos de un año, el 2 de septiembre pasado, se reclasificó el delito de suicidio a feminicidio. Tuvieron que pasar más de 8 años y medio para que se hiciera justicia, hace unos días el feminicida fue sentenciado a 69 años seis meses de prisión por los delitos de feminicidio y aborto.
De enero a julio del presente año le han arrebatado la vida a mil 877 niñas, adolescentes y mujeres a lo largo del territorio nacional, pero solo 479 casos se investigan como feminicidios, el 26 por ciento del total. En Aguascalientes, en el 100 por ciento de las muertes de mujeres se iniciaron las carpetas de investigación como feminicidio; en Campeche y Yucatán, el 88 por ciento, pero en contraste, en Guerrero y Guanajuato, apenas el seis por ciento de las muertes violentas de niñas, adolescente y mujeres se investigan como feminicidio.
De acuerdo con el SESNSP, del total de los feminicidios registrados durante el primer semestre de 2022, el 43 por ciento de los casos se concentra en cuatro entidades: Estado de México, 76; Nuevo León, 58; Veracruz, 41; y la Ciudad de México, 31 casos.
En el país hay 32 maneras diferentes de definir, investigar y castigar el feminicidio, lo que genera una desigualdad en la garantía de los derechos humanos de las niñas,
adolescentes y mujeres por el simple hecho de vivir en una entidad con mayor o con menor acceso a justicia; hay una protección diferenciada de los derechos fundamentales de las mujeres.
Son las diferencias en la tipificación, protocolos, manuales y la forma de investigar el feminicidio, la base de la desigualdad y de la imposibilidad de que las víctimas de feminicidio accedan a la justicia.
Desde hace más de dos años se inició el proceso legislativo para unificar y homologar la tipificación y punibilidad del delito de feminicidio en todo el territorio nacional, trabajo que deben acelerar porque es urgente que las autoridades encargadas de la administración y procuración de justicia cuenten con los elementos objetivos, subjetivos y normativos idénticos que faciliten la judicialización de los casos de feminicidio denunciados; deben tener presente que cada 24 horas 11 niñas, adolescentes y mujeres son víctimas de feminicidio y el 97 por ciento de los casos quedan en la impunidad.
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Alejandra Barrales (@Ale_BarralesM)
