Bajo el lema Llegar a todas las víctimas de la trata sin dejar a nadie atrás, en unos días más se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas y las estadísticas son de terror, es un delito que lejos de erradicarse, crece y es más difícil detectar por su complejidad; la Organización de las Naciones Unidas estima que a nivel mundial cerca de 52 millones de menores de edad son víctimas del trabajo infantil y una de sus modalidades es la explotación sexual.
Hace una década la ONU decretó el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas con la intención de concienciar a las personas y los gobiernos sobre la grave problemática que conlleva la expansión de la trata de personas a nivel mundial; se ha construido un marco jurídico e instrumentado acciones afirmativas y políticas públicas a lo largo de 10 años, sin embargo, se carece de los elementos que permitan conocer la gravedad de este flagelo a nivel nacional e internacional.
La Organización Internacional del Trabajo calcula que hay más de 40 millones de personas víctimas de este delito, que se considera el segundo más rentable a nivel mundial, solo por debajo del narcotráfico.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos estima que en México, el número de víctimas oscila entre los 50 mil y 500 mil, un margen sumamente amplio derivado de que las instituciones encargadas de su prevención, atención y persecución, utilizan métodos cualitativos y cuantitativos diferentes, además de la cifra negra de aquellos que no se denuncian.
En el Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2022, Hallazgos Clave, se señala que debido a las medidas de protección aplicadas en respuesta a la pandemia por COVID-19, esta modalidad de trata de personas pudo haberse reducido debido al cierre de espacios públicos, o también pudo haberse desplazado a lugares menos visibles y menos seguros, lo que hizo que esta modalidad quede más oculta y sea más difícil de detectar. La detección de este delito registró una baja de 11 por ciento menos casos, y las condenas también, en el año de 2020 la reducción fue de un 27 por ciento, lo que muestra una desaceleración en la respuesta de la justicia penal.
Es importante la unión de fuerzas para enfrentar a los traficantes y proteger a las víctimas, que, de acuerdo al diagnóstico, la mayoría de las víctimas son autorescatadas: consiguen escapar y ponerse en contacto con las autoridades por iniciativa propia y la evidencia de ello la tuvimos hace unos días con el rescate de 20 menores de edad, en Quintana Roo.
Los niños eran obligados a la mendicidad en calles de Playa del Carmen, dos de ellos lograron escapar y acudir ante la policía municipal, que conjuntamente con la Fiscalía General de Quintana Roo, realizaron el operativo. Si bien es importante y debemos celebrar el rescate de esos niños, se debe apostar por incrementar el número de casos iniciados por las autoridades encargadas de su investigación y persecución, así como por denuncias de la comunidad y la sociedad civil.
Es importante intensificar la persecución de este delito, para lo cual es necesario que en los códigos penales estales esté tipificado para mejorar los mecanismos de prevención, investigación y sanción a las personas que los cometan, porque debemos tener presente que es un delito que transgrede la vida y dignidad de las personas, afectando principalmente a las mujeres y la niñez, que sufren más violencia a manos de los tratantes.
Maestra en políticas públicas
Alejandra Barrales (@Ale_BarralesM)