Son cinco años ya de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea) y las estadísticas no se revierten, en México cada día nacen mil niños de una madre menor de edad, motivo por el que, entre los países que conforman la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, ocupa el primer lugar, en embarazo adolescente.
Significa que, de acuerdo con estadísticas del Consejo Nacional de la Población (Conapo), cada hora 41 niñas y adolescentes, que deberían estar soñando y preparando sus proyectos de vida, son madres como resultado del machismo y las desigualdades de género.
Es por el incesto, matrimonios forzados y, en su mayoría, por violencia sexual, que cada día 25 niñas de entre 10 y 14 años de edad, son obligadas a ser madres. En 2011, se tiene la cifra de que 11 mil 521 niñas de entre 10 y 14 años de edad registraron un hijo, de las cuales 318 eran niñas de 10 años de edad.
La Encuesta Nacional sobre las Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016, muestra que en 20.1% de los casos los agresores sexuales son tíos y en 16%, primos; le siguen los hermanos con 8.5%; 6.4%, padrastros; 5.8%, padre, y 3.7%, los abuelos.
Fue el caso de Melanie, de cinco años, quien dijo a su madre “no me toques ahí mami”, cuando le cambiaba la ropa interior, pues su abuelastro la había lastimado.
De acuerdo con la carpeta de investigación CI-FIZP/IZP-6UI-1 /C/D/001 84/06-2020, Melanie fue agredida sexualmente el 31 de mayo cuando fueron a visitar a su abuela paterna en Iztapalapa. La niña y el abuelastro se habrían quedado solos, porque las mujeres salieron a comprar medicamentos. Momento que el agresor, Gerardo N, aprovechó para abusar de la niña y amenazarla: “Si le dices a tu mami, se va a morir”. A la fecha no ha sido detenido.
En 2006 la ONU Unidas emitió un informe mundial de la violencia contra niños, niñas y adolescentes, en el cual se revela que el espacio donde mayores acontecimientos negativos les suceden a niñas, niños y adolescentes son los lugares que se consideran de protección: los hogares, las iglesias y los centros deportivos.
La Enapea se instrumentó para cambiar patrones culturales y formar nuevas formas de hacer pareja, con el objetivo acabar con el machismo y las desigualdades de género, que son la verdadera raíz de los embarazos de niñas y adolescentes.
Es urgente frenar y erradicar el embarazo en las menores, porque mientras las niñas y adolescentes estén cuidando niños, son excluidas de una condición de desarrollo, porque ya no alcalzan un nivel educativo mayor y, por ende, ya no van a tener un mejor salario en el mercado laboral.
El grupo técnico Eurosocial, al evaluar la Enapea ha advertido que para que sea efectiva, es imperante realizar un frente común desde el gobierno federal y articular y territorializar el trabajo interinstitucional en todas las entidades y municipios.
Garantizar los derechos de la infancia es una obligación jurídica y una prioridad social que requiere la participación y compromiso de todos y cada uno de los niveles de gobierno y los sectores del país, para avanzar en el diseño de programas interinstitucionales sectoriales con perspectiva de género, encaminados a salvaguardar el interés superior de la niñez.
Maestra en políticas públicas. @Ale_BarralesM