Por segundo año consecutivo el Anexo 13 del Presupuesto de Egresos de la Federación carece de perspectiva de género porque no está dirigido a disminuir las brechas de desigualdad; para 2023 registra un incremento del 41 por ciento con relación al del año pasado, asciende a 346 mil millones de pesos, del total el siete por ciento está etiquetado para atender la violencia y el uno por ciento la discriminación, en un país donde la violencia de género se agudiza.
De acuerdo con ONU-MUJERES, un presupuesto con perspectiva de género debe contribuir a reconocer que existen desigualdades entre mujeres y hombres; promover la transparencia en el manejo de los recursos para posibilitar la evaluación del impacto de la inversión pública en la calidad de vida del sector poblacional mayoritario; facilitar la transversalidad de la perspectiva de género con las políticas públicas, y fortalecer la gobernabilidad de los Estados al orientar el gasto público a la atención integral de las personas conforme su sexo edad y/o pertenencia étnica.
Del presupuesto etiquetado en el Anexo 13, el 92 por ciento de los recursos se destinarán a programas de igualdad, pero los programas de igualdad de género no garantizan los derechos de las mujeres, debido a que no hay una política interseccional para prevenir y combatir la violencia contra mujeres.
Existen avances normativos para garantizar recursos a la igualdad de género en el Presupuesto de Egresos de la Federación, pero todavía no se reflejan en la vida cotidiana de las mujeres, por ello es importante que se garanticen recursos para este fin, porque es un asunto de justicia.
Los refugios para mujeres víctimas de violencia restituyen derechos, previenen feminicidios; en 2020, fueron declarados como servicios esenciales y cuentan con recursos etiquetados en el Anexo 13, pero aún falta un mecanismo para que el suministro de los recursos se agilice, porque este año les fueron entregados a partir del mes de junio.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en 2022 los refugios registran un subejercicio de 99.4 por ciento debido a que de enero a mayo no recibieron recursos; retraso que continúa y al mes de octubre hay tres refugios que todavía no reciben la erogación de la primera convocatoria.
Es una situación que plantea la necesidad de que las autoridades correspondientes evalúen la posibilidad de instrumentar fondos plurianuales para que los refugios tengan recursos todo el año. Además, es importante que los lineamientos y las reglas de operación de los programas presupuestales se revisen con un enfoque de derechos humanos.
De enero a agosto de 2022, los 75 espacios de prevención, atención y protección para mujeres, niñas y niños en situación de violencia, que integran la Red Nacional de Refugios , atendieron más de 28 mil mujeres, niñas y niños lo que representa un incremento del 16 por ciento, con relación al mismo periodo de 2021.
El 20 por ciento de las víctimas, refirió que antes de acudir a la Red de Refugios, ya habían acudido a instituciones gubernamentales en donde no recibieron la ayuda o fueron revictimizadas; 134 mujeres reportaron intento de feminicidio, de las cuales el 10 por ciento señalaron que de haber tenido conocimiento de la existencia de los refugios, no hubieran sido víctimas de ataque con ácido.
Las brechas estructurales de género y las violencias contra las mujeres siguen siendo una prevalencia que se agudiza, es vital la suma de acciones entre los tres órdenes y niveles de gobierno, sociedad civil, colectivas, la academia y la ciudadanía en general para transitar hacia la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.
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Alejandra Barrales (@Ale_BarralesM