El lamentable feminicidio de Debanhi Escobar, que desapareció el 9 de abril pasado y localizada sin vida 13 días después en el municipio de General Mariano, en Nuevo León, es un caso que cobró relevancia nacional y conmocionó a la sociedad, por la forma en la que se perpetró, pero sobre todo porque evidenció la falta de la perspectiva de género en la investigación inicial, además, de inconsistencias, opacidad y contradicciones.
Es así que las mujeres no sólo son desaparecidas o asesinadas, sino que, además, deben enfrentar la violencia sistemica que la estructura del estado ejerce en su contra, porque la filtración de evidencias y la ausencia de la perspectiva de género en la administración y procuración de justicia, es violencia institucional contra las mujeres.
Es un caso que se suma a muchos otros y que son parte de un fenómeno no exclusivo de Nuevo León, sino que penosamente afecta a todo el país; es lo que ha llevado a que el feminicidio mantenga, desde 2015, su tendencia anual al alza.
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el primer cuatrimestre de este año, de las 319 carpetas de investigación que se abrieron por el delito de feminicidio en el país, 34 corresponden al estado de Nuevo León, lo que la ubica como la segunda entidad más insegura para las mujeres .
Son cinco los municipios de Nuevo León que concentran 24 de los 34 feminicidios registrados de enero a abril de 2022: General Escobedo, seis; Guadalupe, seis; Ciénaga de Flores, Salinas Victoria y Monterrey, cuatro cada uno. Cinco de los 10 municipios más peligrosos para las mujeres, se localizan en Nuevo León.
La tendencia de las cifras al alza son el reflejo de la falta de un plan integral que articule políticas públicas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las niñas,, adolescentes y mujeres.
Es un caso que devela inconsistencias, opacidad y contradicciones por parte de de las autoridades de Nuevo León. El primer dictamen, que fue filtrado y publicado en los medios de comunicación, en el que la Fiscalía General de Justicia de la entidad, determinó que el deceso de Derbanhi fue a causa de un golpe en la cabeza, presumiblemente al caer a la cisterna de un motel, fue rechazado por su padre y diversos colectivos.
Su padre solicitó una segunda necropcia independiente a las autoridades estatales, en la que, de acuerdo con los resultados, Debanhi fue golpeada varias veces con un agente contundente y murió antes de llegar al tanque de agua.
Los padres de Debanhi autorizaron que se realice un tercer dictamen, para lo cual la exhumación del cuerpo se realizará el 30 de junio próximo, para ello la fiscalía de Nuevo León solicitará a un juez de control la exhumación para homologar criterios forenses sobre la causa de muerte.
Han pasado más de dos meses de que se registró el feminicidio de Debanhi y todavía no se tiene la certeza sobre las causas que provocaron el deceso de Debanhi; su padre, tiene la hipótesis de que su hija fue víctima de feminicidio.
La violencia que a escala nacional sufren las niñas, adolescentes y mujeres obedece a problemas y fallas estructurales de las instituciones de justicia y que, en muchas ocasiones, ha permitido a los agresores gozar de impunidad ; para que no haya más casos como el de Debanhi Escobar, se debe trabajar en corregir esas fallas y así evitar que la violencia de género siga causando sufrimiento y dolor a nuestra sociedad.
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