México ha sido un país en donde han florecido muchas organizaciones y líderes sindicales de diversas orientaciones políticas y sociales. Bajo el lema de la defensa auténtica de los derechos de la clase trabajadora, algunos personajes, lograron construir desde la perspectiva proletaria, un bastión para el ejercicio del poder político y económico en beneficio de una cúpula secular con intereses particulares de clase. A lo largo de nuestra historia moderna, estos hechos han desdibujado la función social de las organizaciones sindicales, y su compromiso histórico con las causas que permiten reivindicar los elementos de progreso y desarrollo de toda la sociedad.  Un sindicato es una asociación de  que tiene el cometido de velar por la defensa de sus intereses laborales, sociales y económicos frente a su empleador, sea éste una , una junta patronal o el  mismo. Se trata de una de las formas más contundentes de organización de la , surgida en el siglo XVIII a la par de la revolución francesa. La evolución de este proceso social unitario ha tenido un rol muy importante en el  surgido en el siglo XIX, a punto tal de que el derecho a la sindicalización ha sido consagrado por la  y la .

En la práctica, muchas de las organizaciones sindicales en el mundo han apoyado el crecimiento de la clase trabajadora, promoviendo y cuidando la fuente de empleo. No obstante, debemos ver con claridad y reconocer que también han existido errores, abusos y manipulaciones que satanizan el concepto sindical y alejan a la clase trabajadora más joven de este modelo de protección de los derechos laborales.

En el caso del sindicalismo mexicano, éste enfrenta importantes desafíos y oportunidades en varios frentes. Por lo que refiere a los retos inmediatos a vencer, se encuentran la simulación de procesos democráticos en sus modelos de representación y elección interna, la corrupción y falta de transparencia, uso discrecional de recursos, pérdida de afiliados y representatividad sectorial, conflictos internos, falta de una visión actualizada de los retos que enfrenta el mundo del trabajo a nivel nacional y global y divisionismo e influencia de esferas políticas y gubernamentales en decisiones internas. Estos temas han sido el factor de desconfianza que ha aniquilado la representación sindical auténtica, democrática y progresista.

Por otro lado, es justo y necesario reconocer que también existe un grupo de organismos de agrupación sindical nacional, que impulsan la defensa de los derechos sindicales con altura de miras, responsabilidad social y transparencia y, un sistema democrático con capacidad real de alternancia en la elección de sus liderazgos. En este sector, es donde se debaten y analizan, tanto a nivel nacional como internacional, temas que transforman el mundo del trabajo.

Entre los grandes temas que hoy en día deben estar dentro de las prioridades del sindicalismo democrático mexicano podemos encontrar: globalización y cambios en el mercado laboral, renovación y democratización de los liderazgos, mayor participación de mujeres y jóvenes, fortalecimiento de la educación y capacitación sindical, alianzas estratégicas con otros movimientos sociales e incidencia en políticas públicas laborales.

Frente a los retos a los que se enfrenta el mundo del trabajo actual y la evolución tecnológica, económica y social que las fuentes de empleo han tenido, en particular después de la pandemia sanitaria ocasionada por el Covid-19, se hace indispensable promover la unidad sindical nacional, el diálogo social auténtico con el sector gubernamental y empresarial e impulsar nuevos modelos que permitan salvaguardar y fortalecer la fuente de empleo a partir del reconocimiento justo del valor que aporta la clase trabajadora al desarrollo empresarial y nacional.

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