A pesar de presentar una menor tasa de desocupación que en el mismo periodo del año pasado (enero-octubre 2023), la recuperación de los mercados laborales en América Latina y el Caribe, posterior a la pandemia sanitaria, aún es insuficiente. Urge adoptar medidas que contribuyan a prevenir la precarización del empleo formal y que estimulen la generación de más puestos de trabajo decente en toda la región.

Entre los sectores de mayor dinamismo del empleo durante los últimos cuatro años se ubican la construcción, transporte, los servicios financieros y a las empresas y los servicios de salud. Sin embargo, la recuperación de los puestos de trabajo formales sigue estancada por el crecimiento del empleo informal en la mayoría de los países.

El mundo del trabajo en América Latina enfrenta diversos retos, algunos de los cuales son:

Económicos:

1. Desempleo y subempleo: Tasas elevadas de desempleo, especialmente entre jóvenes y mujeres.

2. Informalidad laboral: Gran cantidad de trabajadores en empleos informales, sin protección social ni derechos laborales.

3. Pobreza y desigualdad: Persistencia de la pobreza y desigualdad en la distribución del ingreso.

Sociales:

1. Falta de protección social: Insuficiente cobertura de seguridad social y salud para trabajadores.

2. Discriminación y exclusión: Discriminación por género, raza, edad y orientación sexual.

3. Trabajo infantil y adolescente: Persistencia del trabajo infantil y adolescente.

Políticos:

1. Debilidad institucional: Falta de capacidad y recursos para implementar políticas laborales efectivas.

2. Corrupción: Corrupción en la administración de justicia laboral y en la gestión de programas sociales.

3. Conflictos laborales: Huelgas, protestas y conflictos entre trabajadores y empleadores.

Tecnológicos:

1. Automatización y digitalización: Impacto del avance tecnológico en la cantidad y calidad de empleos.

2. Cambios en la naturaleza del trabajo: Auge del trabajo remoto, freelance y plataformas digitales.

3. Brecha digital: Desigualdad en el acceso a tecnologías y habilidades digitales.

Demográficos:

1. Envejecimiento poblacional: Crecimiento de la población mayor de 60 años y su impacto en la fuerza laboral.

2. Migraciones: Movimientos migratorios y su efecto en el mercado laboral.

3. Cambios en la estructura familiar: Impacto en la participación laboral femenina y la conciliación trabajo-familia.

Frente a este escenario es impostergable la acción conjunta de la sociedad y el Estado para impulsar programas que permitan reforzar por un lado, programas puntuales en materia de formación profesional y por el otro, el diseño de políticas públicas en materia laboral acordes a la transformación que tiene el mundo del trabajo actual y venidero.

Es fundamental que organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de América Latina (CSA), entre otras, establezcan rutas de accion y generen compromisos formales con los países de la región para: fortalecer la educación y capacitación profesional y técnica, promover el empleo decente y la protección social, fomentar el emprendimiento y la innovación, mejorar la gobernanza laboral y la justicia social y, promover la adaptación continua a los cambios tecnológicos y demográficos.

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