El día de ayer, en el Senado mexicano, el muro de contención que se opone a la política de continuidad militarista del país, aguantó el duro embate de la totalidad de las fuerzas del Estado mexicano. Todos los aliados del Presidente, ligados a alguna esfera de relevancia política en el país, intentaron ganar a la mala una mayoría que el pueblo de México les negó en las urnas.

El presidente de la República, el secretario de Gobernación, la Unidad de Inteligencia Financiera y la fiscalía, así como gobernadores y exgobernadores premiados con el manto de la impunidad o con alguna embajada o consulado en el exterior, no pudieron doblegar a un bloque opositor que soportó el embate estilo “plata o plomo” que mal hiciera famoso el narcotraficante Pablo Escobar, que adaptada a la política mexicana fuese “impunidad o cárcel”.

Lo más alarmante de lo acontecido el día de ayer, fueron las presiones ejercidas por la Secretaría de la Defensa y de la Marina , denunciadas por el senador Dante Delgado. La intromisión o invasión de un poder a otro es ya de por sí preocupante, pero el intento de cooptación por medio de instituciones castrenses a senadores de la república, inaugura una época que parece teñir de obscuridad futura, al horizonte democrático en México.

El senador Ricardo Monreal, haciendo todo el uso de su habilidad y destreza política intentó una y otra vez sortear las aguas de una tormenta puesta y propiciada por el ejecutivo federal, ganando tiempo para una segunda oportunidad. Demostrando que aunque el tablero legislativo en nuestro país guarda un estado de equilibrio frágil, la fuerza de una mayoría implacable en la cámara baja, en el Senado tiene límites.

La derrota del presidente de la República y de los senadores de Morena da una bocanada de aire fresco a una oposición que se venía descomponiendo con el paso de los días y meses recientes y, hace ver vulnerables a una maquinaria que hasta antes de ayer, parecía abrumadoramente imparable.

La votación en contra del dictamen que prolongaba la militarización del país hasta el año 2028 no se llevó a cabo y, se regresó a comisiones conjuntas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos Segunda, debido a una triquiñuela de la mesa directiva; violando el reglamento del propio Senado, como lo denunció el senador Noé Castañón. Pero el mensaje está dado, la oposición ganó un muy buen round al poder en turno… por el momento.

Especial reconocimiento al senador por Sinaloa, Mario Zamora Gastelum , por no dejarse doblegar por la presión que Gobernación y el ex gobernador de su estado, Quirino Ordaz, hoy Embajador de México en España, ejercieron sobre él. Otra será la narrativa para el ex senador del PAN, Raúl Paz, recién agregado a las filas de Morena, que la historia democrática de nuestro país le guardará un nada noble lugar.

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