Recientemente, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC), presentó un análisis exhaustivo de las propuestas en materia de seguridad de los 32 candidatos a la Presidencia y de las 9 gubernaturas. El estudio revela una preocupante falta de interés y profundidad en abordar el principal problema que afecta a la ciudadanía: la seguridad y la justicia. Sin embargo, en medio de este panorama desalentador, destaca de manera notable la candidatura de Libia García, de la coalición PAN-PRI-PRD, cuya propuesta fue la más específica y completa.
En un país donde la inseguridad es una constante, este tipo de iniciativas son esenciales. Su plan no solo se centra en la reacción ante delitos, sino en la prevención, abordando las causas profundas que generan violencia y delincuencia en la sociedad. Una de las propuestas de García es el escuadrón antiextorsión. Esta unidad especializada se encargará de combatir uno de los delitos que más perjudican a los ciudadanos y a las empresas. La extorsión es un crimen que desestabiliza la economía y genera miedo en la población, y contar con un equipo dedicado a erradicar este problema es una medida valiente y necesaria.
Otra propuesta destacada es la plataforma digital para prevenir la violencia de género. En un contexto donde la violencia contra las mujeres es una crisis constante, la creación de una herramienta digital para denunciar y prevenir estos casos es vital. Esta plataforma no solo facilitará la denuncia y el seguimiento de casos, sino que también brindará apoyo y recursos a las víctimas, ofreciendo una respuesta integral a esta problemática. La contraloría social ciudadana es otro componente esencial de la propuesta de Libia García. Este mecanismo permitirá que los ciudadanos participen activamente en la supervisión y evaluación de las políticas de seguridad, garantizando transparencia y rendición de cuentas. En una democracia, la inclusión de la sociedad en estos procesos es crucial para construir confianza y eficacia en las instituciones. Robustecer las buenas prácticas en materia de seguridad y el fortalecimiento institucional son pilares fundamentales en la estrategia de García. Reconoce que algunas medidas actuales funcionan, pero también entiende que es necesario innovar y cambiar lo que no está dando resultados. Esta mentalidad abierta y orientada al progreso es exactamente lo que se necesita para enfrentar los desafíos de seguridad en Guanajuato.
El reconocimiento otorgado por el Observatorio Nacional Ciudadano al proyecto de Libia García valida su enfoque y esfuerzo. Este reconocimiento no solo destaca la seriedad y la profundidad de sus propuestas, sino que también resalta la importancia de contar con políticas de seguridad bien estructuradas y con visión a largo plazo, sobre en un país donde la seguridad continuará siendo un tema de urgencia ahora de cara al 2030.