El filósofo y político romano Marco Tulio Cicerón acuñó la frase: “Quien olvida su historia está condenado a repetirla” y, para el ejercicio de esta entrega, la reformularía así: “Quien se enfoca en el pasado, descuida el presente y compromete el futuro”. La lección es que debemos mantenernos alerta en todo momento. En materia de seguridad, el tiempo siempre es presente y jamás deben olvidarse las tendencias y patrones del pasado.
Así pues, es lamentable que en México existan numerosos asuntos de gran relevancia y urgencia para el bienestar de los ciudadanos que han quedado en el olvido por la nula estrategia de seguridad nacional, regional y municipal. Esta tendencia ha llegado hoy a un nivel crítico debido a la polarización político-partidista e ideológica que presenciamos de manera cotidiana.
Por difícil de entender que parezca, tanto los actores políticos de las tribunas como los funcionarios del aparato de gobierno priorizan un discurso que tiene como objetivo lograr el apoyo del público elector. Culpar al pasado es la receta predilecta del actual gobierno, olvidando de raíz la responsabilidad absoluta de mantener la paz y la seguridad en el presente.
Es lamentable que las afirmaciones más irrisorias e ilusorias en materia de seguridad manen desde la tribuna presidencial, para la cual los datos cuantificables no son válidos y la subjetividad es la única estadística que importa. Presidencia dixit: “Lo de Michoacán (…) fue un acto más que nada publicitario, propagandístico”.
La meta primordial de los gobernantes en funciones radica en persuadirnos para que pensemos que este gobierno muestra una mayor capacidad para tomar decisiones y llevar a cabo acciones efectivas en comparación con las administraciones pasadas, las cuales pertenecen a una corriente partidista diferente que, cabe mencionar, es fuertemente rechazada por la actual clase política en el poder.
No obstante, quienes nos adentramos en el análisis estadístico sin estar motivados por ideologías ni intereses partidistas, descubrimos discrepancias considerables entre las afirmaciones y las acciones respaldadas por los datos, los cuales, por cierto, se derivan de la información misma que las instituciones de la República elaboran y procesan.
Para ejemplificar lo anterior, planteamos los siguientes temas medulares para los mexicanos: en el último informe mensual presentado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana se informó acerca de la supuesta reducción diaria de homicidios, esto es: un 17% menos en comparación con 2018. Sin embargo, esa afirmación discrepa de la información recabada por el INEGI y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Tomando como base la información del INEGI, en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, fueron asesinadas 121,613 personas; en el de Enrique Peña Nieto, 157,158; y, en la actual de Andrés Manuel López Obrador, hasta diciembre del 2022, se habían contabilizado 141,357 superando en agosto de este año los 162,700 homicidios.
Con base en esos datos oficiales, no logro encuadrar en la realidad delictiva esa disminución del 17%. Al contrario, el aumento es significativo y probablemente en diciembre del 2024 ronde los 205,472 homicidios en la presente administración, lo que representaría un 31% más que en el sexenio de Peña Nieto y un 69% más en el de Calderón Hinojosa.
En cuanto a las personas desaparecidas y no localizadas, la información oficial arroja estos números: en la administración Calderonista se denunciaron 17,348; en la peñista 34,730 y en la obradorista 43,715. Y recordemos que esta última aún no concluye.
Lo anterior representaría que la actual administración proyecta un incremento porcentual de +202% contra la administración de Felipe Calderón y +51% respecto a la de Peña Nieto.
Esto es solo un botón de muestra de los numerosos temas que podríamos examinar en relación con la manipulación de estadísticas. A través de un discurso diseñado con la intención de distorsionar la realidad, se busca enmascarar las decisiones y acciones gubernamentales con el propósito de que los votantes perciban una mejora, a pesar de que los datos indican lo contrario.
Exsecretario de Seguridad
Fundador de AC Consultores
