Las utopías llegaron al oriente de la Ciudad de México. Si dejamos la bruma polarizante de la política nacional y las partes negativas de la 4T, como la militarización y la inseguridad, se pueden visibilizar otras políticas positivas, como el cambio del mundo laboral, los aumentos de salario y el acotamiento del outsourcing. La narrativa oficial de la transformación es abrumadora, pero cuando se hace un balance el resultado es necesariamente híbrido. En este contexto, hay una experiencia de gobierno local, una suerte de paradigma innovador llamado utopías de Iztapalapa. El nombre es un acrónimo que significa: unidades de transformación organización para la inclusión y armonía social.
Había leído sobre estos proyectos, pero la semana pasada tuve la oportunidad de hacer una visita a estas utopías y me parece que es un proyecto muy valioso. Iztapalapa es una zona de la ciudad que ha sido estigmatizada desde hace años por sus condiciones de pobreza e inseguridad. En esa alcaldía vive un poco más de un millón 800 mil personas, tiene una fuerte densidad de población; ha protagonizado importantes movimientos sociales, habitan en ella varios pueblos originarios y, hasta hace poco, era un territorio que servía de traspatio de la Ciudad de México. Ahí se ubican varias cárceles y como una orilla de la ciudad, es un espacio con múltiples carencias de servicios.
Su alcaldesa —hasta hace unas semanas— fue Clara Brugada, una mujer que hoy quedó al frente de la 4T en la ciudad como la candidata para la jefatura de gobierno de la capital por el partido Morena. Estuvo ocho años al frente de esa posición, como delegada y después como alcaldesa. Las utopías de Iztapalapa son un proyecto insignia de una forma de gobernar que ha cambiado esa enorme zona de la ciudad. Ahí se puede ver con claridad una transformación, más allá de la narrativa oficial y el discurso de campaña. Se trata de doce utopías en donde se ha construido una infraestructura que ejemplifica la frase de “otro mundo es posible”. Es un modelo de bienestar integral que combina varios ejes como el urbanismo social, el derecho a la ciudad, la recuperación de lo público y una política de cuidados. Hay una idea de justicia para grupos que han quedado marginados del desarrollo urbano, sin servicios y sin horizonte de un mejor futuro. Se trata de una intensa construcción de ciudadanía.
Cada utopía tiene una singularidad, pero todas comparten servicios básicos, espacios deportivos, atención para adultos mayores, creación artística, tratamiento para las adicciones, salud, cultura y recreación. Imparten talleres y cursos, hay acceso a bibliotecas, escuela de cine y fotografía, casas de día, centros de rehabilitación, lavanderías, comedores, cuidado infantil. También hicieron cientos de caminos seguros para mujeres. Ahora sí que como dicen los Ángeles Azules, ‘de Iztapalapa para el mundo’.
Escuché a Clara Brugada en la FIL de Guadalajara en una mesa con alcaldes de Colombia, España y otras ciudades del país y su experiencia fue una aportación muy significativa. Estas utopías, según la candidata, se hicieron con el presupuesto normal, mediante una reingeniería financiera. Otras obras del gobierno de la ciudad son un cablebús y un trolebús elevado, que tienen más de 10 kilómetros de longitud y han acortado los tiempos de traslado. Mientras recorres el camino en estos transportes puedes ver desde la altura los casi mil murales que han pintado en azoteas y paredes, con lo que le quitaron la grisura a ese territorio. Clara afirmó que se lograron bajar los índices de violencia de forma importante en delitos de alto impacto entre 2018 y 2023 de 30 a 11, y una baja de homicidios de 18 a 8 por 100 mil habitantes.
Esta transformación ha logrado generar una identidad de orgullo y pertenencia que responde a las luchas actuales por el reconocimiento. El modelo de gobernar esta alcaldía, donde se combinó identidad y redistribución de los recursos mediante una atención integral para el bienestar, es una fuente para construir ciudadanía. En un mundo lleno de distopías, Iztapalapa marca hoy una diferencia…
