La gran mayoría de lo que dijo AMLO este 1 de septiembre —como mensaje de su Tercer Informe de Gobierno —, ya se había visto en los spots que se empezaron a transmitir desde siete días antes.
En este mensaje hay una visión extremadamente optimista del país debido a lo que se ha logrado en este gobierno. Dos años y nueve meses de la 4T le han bastado a AMLO para decir que está “satisfecho” por los logros. Presume como récord histórico los datos positivos de todo lo que ha crecido: las remesas, la inversión extranjera, el salario, el peso, no hay endeudamiento, la bolsa de valores y las reservas han subido.
Los ejes de su gobierno han sido detener el anterior proyecto neoliberal , la privatización, la corrupción y el derroche. Explica que ha logrado terminar con la condonación de impuestos y los fraudes fiscales. Presume las grandes obras y los ahorros. Expone de forma amplia los programas sociales (pensiones, becas, apoyos). Hace una larga enumeración de logros, lo que considera como transformación, desde el T-MEC , la nueva ley laboral, pasando por el asilo a Evo Morales, la política exterior y la próxima presidencia de México en el Consejo de Seguridad, hasta el nuevo etiquetado de los alimentos y el nuevo índice de bienestar.
Las partes oscuras y no resueltas no tuvieron ni una sola mención y también son importantes. Los desaparecidos que suman, según las familias de las víctimas, más de 90 mil personas; el crimen organizado que domina en varias regiones y territorios del país; las medicinas como un problema que no ha terminado de resolverse; el problema del acceso al sistema de salud —para millones de personas— por un tránsito complicado entre el Seguro Popular y el Insabi. Cualquier balance de la administración pública necesita de las piezas que faltan, de la autocrítica, de las dificultades, porque en el Tercer Informe de AMLO se hace el análisis de un gobierno que valora los logros y no habla de los retos o los fracasos.
Viene la segunda parte del sexenio y los desafíos que son necesarios enfrentar. A la mitad del camino, como se llama el nuevo libro de AMLO, no se puede cantar victoria, porque todos los avances pueden ser revertidos, pero ese será otro problema…
Investigador del CIESAS. @AzizNassif