Una pregunta que se discute de forma intensiva en estos días, después de las elecciones, es: ¿cuánta autonomía tendrá la virtual presidenta electa frente a su antecesor? Hay mucho ruido mediático que circula como presagio de que AMLO seguirá al mando, a pesar de que en múltiples ocasiones ha dicho que se retira de la vida pública. Sin embargo, lo que ha pasado en estos días es el inicio de las primeras decisiones de Claudia Sheinbaum y, la más visible —hasta ahora— ha sido informar sobre el primer grupo del gabinete que formará su equipo. Con esa decisión se puede empezar a valorar cuánta continuidad y cuánto cambio es previsible que vaya a darse.
Empecemos por lo obvio. Claudia Sheinbaum como candidata estaba limitada a no establecer distancia del actual presidente, sobre todo, por su liderazgo y su enorme popularidad. Después de la elección, a pesar de que hubo violaciones a las reglas, inequidad, un arbitraje flojo y ahora problemas de sobrerrepresentación legislativa, nadie duda del triunfo de Morena y sus aliados. Un resultado que era previsible en general, pero que sorprendió por el amplísimo margen entre el primero y el segundo lugar. Luego llegaron las preguntas sobre quién era el ganador del 2 de junio, la candidata o el presidente, dado que la elección estuvo planteada como un referéndum sobre continuar o no con la 4T.
En este contexto llegó el primer encuentro entre AMLO y Claudia, los besos a la candidata, que se han criticado ampliamente, y las decisiones de continuidad en la Secretaría de Hacienda; la nutrida discusión sobre la reforma al Poder Judicial y la reacción de los mercados que impactaron al peso y a la bolsa de valores. Estas expresiones muestran dos estilos de plantear las decisiones; dos personalidades en el ejercicio del poder durante un periodo de transición sexenal muy particular. A pesar de las diferencias, la herencia negra de AMLO será retomada por Claudia: una equivocada reforma judicial y la militarización de la Guardia Nacional.
Hay que pasar de las consignas que se repiten con fines propagandísticos, para generar identidad de grupo y de proyecto, como el “segundo piso de la 4T”, y eso de “seguiremos con la transformación”, a los postulados que llenarán de contenido las políticas del próximo gobierno. Un paso inicial de este proceso es el primer grupo del gabinete, los seis nombramientos que se hicieron el pasado día 20 de junio. En general, los nombres tuvieron un recibimiento positivo en la opinión pública, se recibió como una buena noticia en los mercados.
Se pueden señalar varios elementos de este grupo, en primer lugar, personas destacadas en sus campos profesionales, con trayectorias importantes que prometen un desempeño profesional en sus áreas de trabajo. En segundo lugar, se puede considerar que la creación de una Secretaría de Ciencia e Innovación, con Rosaura Ruiz al frente, es una apuesta a la reconciliación con las comunidades académicas que han sido lastimadas en este gobierno desde Palacio Nacional y desde el Conahcyt. El impulso a la ciencia es parte fundamental de un proyecto exitoso de desarrollo del país. Habrá que ver en qué términos se plantea esta conversión de consejo a secretaría. En tercer lugar, se puede observar que hay cuatro áreas que tendrán una centralidad destacada: la del proyecto económico, (revisión del TMEC, la relación con China, la relocalización industrial). El medio ambiente como una política central del Estado mexicano. Una recomposición de las relaciones exteriores y un impulso la producción alimentaria y al tema del agua, como un problema estratégico del país.
Los próximos nombramientos serán importantes por las áreas que cubren. Ya se sabe que el secretario de Hacienda repite, pero quedan pendientes Gobernación, Educación Pública, Seguridad, las carteras de Sedena y Marina y otras. Entre fondo y forma se empiezan a dar dos estilos de gobernar entre AMLO y Claudia. Hay diferencias en el ejercicio del liderazgo y trayectorias diferentes, sin embargo, en septiembre veremos la herencia negra de AMLO en el segundo piso. El profesionalismo del equipo puede ayudar a recuperar a un Estado disminuido, quizás. En suma, dejamos algunos apuntes sobre lo que pueden ser algunos trazos del llamado “segundo piso” …