De muchas formas se ha explicado el estado de las democracias en estos tiempos, y todas apuntan hacia un momento histórico complicado y difícil. Hay que ver lo que acaba de pasar en Argentina con el triunfo de la ultraderecha (Javier Milei). Estamos ante problemáticas generalizadas (hartazgo, antipolítica, decepción, indiferencia) y en todos los casos existe un debilitamiento, una “recesión democrática”, la llama el último estudio de Latinobarómetro 2023.
Este trabajo mide el estado de la democracia en 17 países América Latina y nos muestra una contracción, una disminución, una pérdida de lo que otros autores han denominado como “democracias iliberales” o “autoritarismos competitivos”. Todos tienen en común la llegada al poder por vías democráticas pero un ejercicio de gobierno autoritario, que destruyen desde dentro la institucionalidad de esos sistemas (Przeworski, 2022).
Latinobarómetro, que tiene series desde 1995, permite ver con mucho detalle la evolución de la democracia en América Latina. En esta ocasión pone el acento en explicar esta recesión. Se trata de fenómenos que se describen como los personalismos, presidencias que lastiman las reglas constitucionales para obtener ventajas; la corrupción sistémica; un final anticipado de los periodos de gobierno y los interinatos. El centro de atención está en los sistemas presidencialistas, muchos de los cuales han caído en estas problemáticas y han lastimado las reglas para permanecer en el poder.
Los datos más preocupantes son: la caída en el apoyo a la democracia que bajó de 63% en 2010 a sólo 48% en 2023. Además, la indiferencia, porque cada vez a más ciudadanos les da lo mismo un régimen democrático que uno no-democrático, así en 2010 esta indiferencia era de 16%, pero ahora subió a un 28%. En México los que prefieren el autoritarismo han crecido de 22% a 33%, un incremento se dio entre 2020 y 2023. El estudio dice que nuestro país se ha “vuelto tierra fértil para autoritarismos y populismos”, porque el apoyo democrático ha bajado hasta un 35%. Con este nivel vamos a 2024.
En América Latina la indiferencia democrática ha crecido, sobre todo entre los ciudadanos más jóvenes, los que están entre 16 y 25 años y entre 26 y 40 años; también ha bajado el apoyo democrático en personas con educación básica y secundaria, es decir, a menor nivel educativo, menos apoyo democrático.
En México hay una enorme insatisfacción con el sistema democrático, 6 de cada 10 personas están insatisfechas. Un motivo de preocupación es que ha crecido un pragmatismo que lleva a que un 56% diga que no le importaría tener “un gobierno no-democrático si resuelve los problemas”. Casi la mitad de la población, un 48%, apoya que en caso de “dificultades” el presidente ejerza el control de los medios de comunicación, este porcentaje es el segundo más alto en la región. El remate está en que hay un 42% que apoyaría un gobierno militar si “las cosas se ponen difíciles”. Cualquier cosa que signifique esas dificultades. Estos datos de México son llamadas de atención y focos rojos muy preocupantes.
Latinobarómetro 2023 también analiza a los partidos políticos. Se pregunta si funcionan bien y en general casi 8 de cada 10, un 77%, opina que no; en México el 62% considera que los partidos no funcionan bien y en estos días de pre pre-campaña lo vemos de forma cotidiana, quizá por eso un 58% considera que puede haber democracia sin partidos.
Latinobarómetro señala que la recesión pueda durar unos años, una década. Sin embargo, las problemáticas que se presentan no anuncian que se vayan a resolver pronto, por el contrario, lo más probable es que se agudicen. Parece muy acertada la reflexión de que la democracia tiene serias dificultades para “producir bienes políticos” o públicos, como la igualdad ante la ley, una mejor distribución de la riqueza y una menor corrupción. Una conclusión del estudio, que se puede observar en nuestro país, es: la “recesión democrática es la desilusión de los ciudadanos con la democracia”. Esto significa que cuando esto sucede disminuye el apoyo, llega “la bronca” y se demanda “mano dura”. Cuidado con esta recesión democrática que anuncia tiempos convulsos…
