¿Resulta sorprendente que nuestro país haya llegado a los primeros lugares de conflictos armados y violencia en los índices internacionales? Todos los días hay matanzas, enfrentamientos. Cuando se suman los asesinatos, más las otras actividades del crimen organizado, esa sorpresa se vuelve un llamado de alerta para detener tanta violencia. Hay que romper esa inercia y dejar atrás la normalización en la que hemos caído en los últimos años.
ACLED, Armed Conflict Location & Event Data, es una organización sin fines de lucro que documenta en todo el mundo los conflictos violentos. En su informe de 2024 (https://acleddata.com/conflict-index-december-2024/) destacan 50 países y los primeros cuatro lugares de su medición son: Palestina (Gaza), Birmania, Siria y México. Su índice clasifica los conflictos como extremos, altos y turbulentos, nuestro país está en los extremos. Los componentes de su medición integran los criterios de letalidad, peligro para los civiles, difusión geográfica y número de grupos armados. Además, otorgan las categorías que describen el comportamiento como consistentemente preocupante, empeoramiento, mejoramiento, México está en la primera de las tres.
El análisis de nuestro país en este 2024 empieza con la violencia que se dio durante la campaña electoral, en donde se identifican al menos 500 actos de violencia política, un aumento de 18% respecto a 2023. La ampliación criminal, además del narcotráfico, se ha diversificado hacia la extorsión, el tráfico de personas, el robo de combustible, delitos muy documentados y conocidos. La geografía criminal se ha ampliado territorialmente al grado de que hay —al menos— unos 14 estados del país con severos problemas criminalidad, según ACLED. Entre los más violentos están Guanajuato, Nuevo León, Michoacán, Guerrero, a los que se han sumado Tabasco y Chiapas, sin dejar de lado los estados de la frontera norte.
El informe destaca la situación de Sinaloa, donde se vive una suerte de guerra civil por la fractura entre los “mayitos” y los “chapitos”. Esta situación ha generado altísimos niveles de violencia y se puede prever que seguirá porque estamos en un proceso que reordenará la composición de los grupos criminales; ya hay algunas señales sobre alianzas entre los chapitos y el CJNG. En el gobierno de Sheinbaum se ha dado un incremento de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los grupos criminales, con lo cual parece que se ha empezado a dejar atrás la política del presidente anterior de “abrazos, no balazos”; una pésima decisión que agravó el problema.
El informe tiene una parte muy importante sobre las perspectivas para 2025. Hay varios componentes que presagian un escenario muy complicado. La fragmentación del cártel de Sinaloa y el fortalecimiento de otros grupos, anuncian más violencia; la militarización de la seguridad pública en un contexto institucional ambiguo con la Secretaría de Seguridad, una mezcla complicada entre militares y civiles; la muy posible captura del Poder Judicial con la reforma, además del peligro en el que estarán los juzgadores “electos” por el crimen organizado y otros intereses fácticos. En este conjunto no puede faltar el factor Trump y los primeros signos con amenazas y nombramientos que ya presagian un huracán.
Viene de Estados Unidos una política muy dura, desde los fanáticos que cuidarán la frontera, hasta el Departamento de Estado con un político de tendencia ultrarradical. En estos días el presidente electo anunció al próximo embajador, Ronald Johnson, fue militar, boina verde, agente de la CIA, un currículo para transformar la embajada en un centro de operaciones en contra del narco y los cárteles, todo lo cual expresa la visión trumpista sobre México, como un país de altísima violencia, introductor de drogas (fentanilo) y paso de la inmigración masiva.
La mezcla de ingredientes para 2025 no anuncia buenas noticias. El informe señala que: “Los conflictos que proliferaron 2024 demuestran claramente las diferencias entre estar en el poder y tener el control”. Ya es hora de que el gobierno emprenda una estrategia más eficiente para tomar el control territorial y bajar la violencia, porque los últimos tres sexenios han fracasado de forma rotunda…
Investigador del CIESAS. @AzizNassif