El juicio de García Luna abre interrogantes y desafíos para nuestro país. ¿Cuántas veces escuchamos valoraciones negativas sobre la actuación de este exfuncionario del gobierno de Calderón? ¿En cuántas ocasiones se dijo por especialistas, que la estrategia de “guerra contra el narco”, estaba equivocada? En muchísimas ocasiones. Hoy todos esos análisis y opiniones han sido legitimados por una condena a ese funcionario que resultó ser un narco más del escenario de violencia y economía criminal que azota a México desde aquellos años.

En estos días hemos escuchado testimonios de militares (General Tomás Ángeles Dauahare, en Los periodistas) y expolicías, (Javier Herrera Valles, ex Comisionado de la Policía Federal Preventiva, en Aristegui Noticias), que han contado cómo informaron al entonces inquilino de Los Pinos, pero la respuesta fue la represión carcelaria y los oídos sordos. No hay forma de que Calderón pueda decir que no sabía, que no estuvo enterado y que su mano derecha, su secretario de Seguridad, era parte activa del problema. Para ver a ese Estado capturado, que ya se advertía en aquellos años, he desempolvado un texto que escribí en 2012 y hoy, 11 años después, retomo: “La estrategia de guerra en contra del crimen organizado del actual gobierno, que ha cambiado los términos de referencia al destapar la captura del Estado, la complicidad de las autoridades, la incapacidad estatal para restablecer un orden jurídico y la imposibilidad de asegurar condiciones de convivencia en muchas regiones del país (…) La penetración del crimen organizado hasta los más altos niveles de la seguridad pública nos habla de un Estado debilitado y con serias dificultades para garantizar la seguridad y protección a los ciudadanos” (¿Adónde chingados va México?, Salvador Martí i Puig (ed.), Editorial Catarata, Madrid 2012).

Hoy en día el juicio de García Luna corrobora lo que ya era muy sabido en México desde aquellos años. En estos días, en Nueva York, a este exfuncionario se le declaró culpable de cinco delitos: Participar en una empresa criminal continua; conspiración internacional para la distribución de cocaína; conspiración de distribución y posesión de cocaína; conspiración de importación de cocaína; dar una declaración falsa ante la autoridad migratoria (El Financiero, 21/02/2023). Se abren preguntas, pero la más dolorosa es ¿por qué razones este juicio se lleva a cabo en Estados Unidos y no en México, donde se le debería juzgar? ¿Dónde quedan las otras piezas de ese rompecabezas de criminalidad? ¿Quiénes son los socios y cómplices de García Luna? ¿Por qué Calderón sigue tan campante cuando era el superior jerárquico de García Luna? ¿Quién asumirá la responsabilidad de las miles y miles de víctimas, asesinatos y desapariciones de esa guerra que todos los días sigue cobrando vidas humanas?

Con el juicio a García Luna se puede entender, pero no justificar, la decisión de AMLO de militarizar la seguridad pública y cancelar la corporación policiaca federal. Sin embargo, no se puede de dejar de lado que esta decisión traerá también consecuencias graves para el país, como la enorme militarización. Se ha cancelado la “guerra contra el narcotráfico”, con el objetivo de “atacar las causas estructurales de la pobreza y la exclusión”, pero queda en medio un gravísimo problema de captura de territorios que están dominados por el crimen organizado. El problema se presenta al menos en dos niveles, uno jurídico sobre el estado de derecho, en donde prevalecen altísimos niveles de impunidad; y otro, es de seguridad pública, porque se ha estabilizado la violencia en niveles muy altos, pero no se ha logrado bajarla de forma significativa.

En los sexenios pasados (Calderón, Peña Nieto) el Estado era parte del problema, por sus incapacidades, capturas e ineficiencias. Lo que hoy no sabemos bien es si con la 4T el Estado se ha movido de lugar y ha empezado a ser parte de la solución. Es fundamental establecer fronteras que marquen una diferencia significativa. AMLO se ha propuesto deslindar el poder político del económico, todavía no sabemos si va en camino de lograrlo; el otro deslinde es entre criminales y autoridad, y tampoco hay certeza de que ya se haya logrado…

Investigador del CIESAS.
@AzizNassif

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS