Mi reconocimiento al periodismo libre de Carmen Aristegui
Como dice Serrat: “Gloria a Dios en las alturas recogieron las basuras (…) vamos subiendo la cuesta que arriba en mi calle se vistió de fiesta”. Así fue el 1 de diciembre para AMLO y sus bases de apoyo. El reencuentro del presidente con un Zócalo lleno, después de la obligada abstención de actos masivos por la pandemia. Fue un festejo de promesas “cumplidas”; fue la narrativa de una mañanera masiva; fue una fiesta que opacó por completo los graves problemas y los escasos resultados.
Estamos frente a una paradoja: un presidente que llega con el 65% de aprobación (oraculus.mx), pero sin tener resultados importantes sobre los graves problemas del país, como la inseguridad, la pobreza, la desigualdad, el crecimiento económico y la impunidad.
Sin duda, el balance tiene partes positivas, como el aumento de los salarios en lo que va de la administración, que llega a un 65%, sumado el 22% que se dará en 2022. La obligación del pago de impuestos a las grandes empresas y bancos y terminar con la parafernalia del poder. Sin embargo, en la parte negativa se acumula la enorme militarización, que desempeña múltiples funciones que antes hacían los civiles. Sin embargo, a pesar de los militares y la Guardia Nacional no se han podido disminuir los asesinatos dolosos. La austeridad que se aplica a la administración pública ha reducido capacidades y ha debilitado facultades del Estado. La polarización como estrategia discursiva ha generado una grieta más profunda en la sociedad. El hiperpresidencialismo de AMLO ha tensionado los contrapesos democráticos.
La reciente FIL de Guadalajara congregó a una multitud plural de voces críticas de la 4T; en muchas de sus mesas se escucharon opiniones que cuestionaron la falta de resultados del gobierno, las carencias, pero también se reconocieron los logros e intentos de AMLO para generar cambios. Fue interesante escuchar a Rodríguez Zapatero (expresidente de España) hablar de lo que es la socialdemocracia, de la necesidad del diálogo para hacer política. Hace mucho que esa dimensión dialógica ha estado ausente en nuestro país. La 4T y las mañaneras tienen una narrativa polarizante, la voz del presidente marca distancia, estigmatiza, miente y reduce el país al simplismo del blanco y negro. La FIL sirvió para apreciar el valor de la amplia gama de colores que se puede lograr por fuera de la polarización. Cuauhtémoc Cárdenas fue otra voz crítica de la gestión de AMLO, sobre todo por la falta de resultados que ha tenido esta administración. La opinión de Cárdenas cala porque viene de un compañero de muchas batallas.
La fiesta de AMLO fue una reafirmación de las tesis de la 4T. Llamó la atención la insistencia del presidente cuando afirmó que se han puesto las bases de la transformación y no habrá vuelta atrás. Ya se sabe que en política todo es reversible, o pregunten a Peña Nieto en qué quedó su Pacto por México. De todas formas, hay preguntas que se tienen que plantear para saber qué tan sólidos y durables serán los cambios de este gobierno: ¿En dónde se puede ver si realmente hay un cambio de régimen? ¿Han cambiado las estrategias de acceso al poder? ¿Se puede hablar de un regreso del Estado, de un fortalecimiento, cuando no se ha querido hacer una reforma fiscal progresiva para incrementar las bases económicas de lo público? Si es cierta la consigna de “primero los pobres”, ¿por qué la pobreza ha aumentado a pesar de los programas sociales y del incremento al salario mínimo? Si se quiere recuperar lo público, lo primero que tiene que hacer el Estado es quitarle al crimen organizado la captura territorial y financiera, ¿por qué seguimos con altísimas tasas de homicidio doloso y controles criminales del territorio? ¿Está fallando la estrategia de militarización y de la Guardia Nacional? El ataque y la difamación contra instituciones como INE, Inai, CIDE o UNAM, ¿es por razones ideológicas o porque están fuera del control presidencial?
En suma, cuando terminó la fiesta de AMLO, como dice Serrat: “se despertó el bien y el mal, la zorra pobre al portal, la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas”…
