Desde que inició la pandemia en México hemos visto crecer junto a la tragedia de muertes y crisis económica , una enorme polarización social. No surgió con el Covid-19 , pero la enfermedad ha sido el vehículo para su expresión más aguda.

En este clima se han multiplicado las voces que condenan las políticas y estrategias que ha implementado el gobierno federal para enfrentar esta nueva peste. Una posición muy crítica se puede leer en el reciente libro, Un daño irreparable, de Laurie Ann Ximénez-Fyvie (Planeta, 2021), que se ha convertido en un arma para descalificar la gestión gubernamental. Al mismo tiempo, en estos días se dio a conocer el resultado de un seminario de especialistas de 14 instituciones, “Reflexiones sobre la respuesta de México ante la pandemia de Covid-19 y sugerencias para enfrentar los próximos retos”, que hace un balance de los retos, aciertos y errores, y sugiere múltiples propuestas para corregir y mejorar la estrategia. Entre estos dos ejemplos existe una densa opinión pública, completamente polarizada, que poco contribuye para comprender la situación actual. Se ha formado una corriente de nuevos “especialistas” en políticas de salud que generan una histeria de opiniones negativas.

La pandemia es una problemática compleja que ha afectado de forma grave a México. Las cifras diarias de los casos y los fallecimientos muestran que antes de que podamos tener una mejoría atravesamos por el peor momento. La crítica a la política oficial argumenta que el resultado es un desastre, por el número de muertes, la saturación hospitalaria, las contradicciones en las medidas adoptadas (cubrebocas, pruebas). Se hace comparaciones internacionales para ubicar a nuestro país como uno de los peores, según el estudio de Bloomberg. Las estadísticas muestran que México ya está en el tercer sitio de muertes en el mundo, sólo después de Estados Unidos y Brasil. Para la parte crítica, el gobierno ha cometido un “daño irreparable”.

En el estudio del seminario de especialistas se hace un balance de los “factores estructurales” que determinaron en gran medida la capacidad de respuesta en México. Se analizan las debilidades del sistema de salud (cobertura, infraestructura, recursos humanos y rezagos crónicos). Se hace una evaluación del sistema de vigilancia epidemiológica, de las capacidades de diagnóstico y el bajo gasto en salud del país, en comparación con los países de la OCDE y de América Latina. Se muestran las condiciones de salud de la población, la desventaja de tener primeros lugares en diabetes y obesidad. La parte estructural de la economía queda como un conjunto de obstáculos para cumplir con las condiciones de “mitigación”. La pobreza y la informalidad se traducen en empleo precario, limitado acceso al agua potable, baja higiene, alimentación poco saludable. El resultado, según este estudio, ha sido la pérdida de empleos, la reducción en el ingreso, la inseguridad alimentaria, condiciones que nos han vuelto sumamente vulnerables frente a la pandemia. Se apuntan señalamientos sobre la decisión de no tener un programa robusto para proteger el empleo, un seguro de desempleo, apoyos universales o ayudas a las empresas.

También hay un amplio capítulo de análisis sobre la ruta seguida desde marzo de 2020 (cuarentena, distancia social, prohibición eventos masivos, cierre de instituciones educativas y lugares de trabajo, confinamiento generalizado) y luego la “nueva normalidad” y los semáforos de riesgo. Se hacen críticas sobre las pocas pruebas y, al mismo tiempo, se reconoce la enorme reconversión hospitalaria que pasó de tener 3,552 camas en terapia intensiva en enero de 2020, a 10,290 en septiembre, para evitar una saturación. Hoy, el factor de la polarización se ha trasladado a las campañas de vacunación y con la misma dinámica se ejerce una severa crítica a las decisiones gubernamentales.

El seminario hace múltiples recomendaciones sobre una decena de temas. Como sociedad podemos exigir al gobierno que escuche a los especialistas para corregir y mejorar las políticas de salud de una pandemia que seguirá mucho tiempo más en el centro de nuestras preocupaciones vitales…

Investigador del CIESAS. @AzizNassif

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