Los reportajes en contra del presidente mexicano por motivo de supuestas y dudosas relaciones con el narcotráfico, tienen una intención política y han estrujado la relación bilateral entre México y Estados Unidos. Hay diversas preguntas que se pueden formular para analizar este caso: ¿Diarios importantes e influyentes se equivocan a veces? ¿AMLO pierde en ocasiones la mesura para responder ante reporteros incisivos? ¿Por qué la DEA (Administración de Control de Drogas), que tiene agenda propia, quiere intervenir en el proceso político de México? ¿Qué tan confiables son las fuentes del reportaje del New York Times (NYT) sobre el presidente, colaboradores y familiares en relación con el financiamiento del narcotráfico, cuando hasta el mismo diario dice que son declaraciones sin comprobación?
En dos mañaneras de la semana pasada el presidente se confrontó con el diario The New York Times (NYT). Desde hace algunas semanas se han emitido reportajes, cuya fuente es la DEA, para tratar de vincular a AMLO con el narcotráfico, y el presidente se ha defendido y ha negado esa relación. Es parte del clima de polarización electoral. El nuevo reportaje del NYT y la carta de la autora dejan ver que sus fuentes son dudosas porque no hay comprobación, quizá se trata de informantes protegidos. Queda la impresión de que incluso estos diarios, que generalmente hacen un periodismo profesional, se pueden equivocar. Quizá no hay error en la narrativa, sino en darle alas de verosimilitud a fuentes sin sustento ni pruebas.
Curiosamente la discusión en la mañanera, en medios y en redes se fue por el lado del error de AMLO al dar a conocer el número celular de la periodista, Natalie Kitroeff. Al día siguiente de la lectura y respuesta al reportaje, una periodista de Univisión, Jésica Zermeño, preguntó sobre el tema del celular que infringe el derecho a la privacidad de los datos personales. Las respuestas del presidente subieron de tono, estaba muy molesto con el reportaje y con la interrogación. Las preguntas llevaron al dilema de si era válido violar la legalidad para defender valores, y en lugar de que AMLO hubiera reconocido que ese había sido un error, lo justificó y argumentó que era una calumnia y se ponía en cuestión su dignidad y la de su familia. Señaló que el valor a defender es la libertad y la dignidad de su representación, porque eso es superior a cualquier reglamento o ley. En suma: su “autoridad moral” está por encima de la ley, lo cual es inaceptable en una democracia. AMLO metió en el mismo saco al NYT, Washington Post, Times, Univisión y, por supuesto, a Reforma.
Parece que la DEA no es avalada por la Casa Blanca y para el presidente Joe Biden no hay caso, ni expediente. La relación con México, principal socio comercial, es muy importante para lastimarla y menos en este momento que vienen las elecciones en los dos países. Además, el problema de la inmigración crece en volumen y en importancia. La complejidad del gobierno de Estados Unidos explica, en parte, el que una agencia como la DEA aproveche los tiempos electorales y el final del sexenio para golpear a AMLO. Según el excanciller Ebrard, este gobierno puso límites para que esta agencia no interviniera a su gusto en el país. Además de otros episodios complicados como el del General Cienfuegos.
Hay dos puntos centrales en esta crisis entre AMLO y el NYT, uno es que la relación bilateral tiene problemáticas muy importantes y este tipo de reportajes y debates llenan espacios de la opinión pública que desvían la atención hacia agendas interesada en golpear. El otro tema es que mientras no haya pruebas y evidencias, las fuentes se vuelven débiles y su nivel de credibilidad resulta completamente sospechoso.
Este caso se hubiera podido manejar de otra forma, la respuesta de AMLO podría haberse dejado en manos de su vocero y punto. Una vez que se hizo la exposición del correo, se habría podido dejar fuera el celular de la periodista. Pero, la política es un campo lleno de pasiones y hasta los más experimentados se equivocan. De la misma forma, un diario como el NYT se equivoca y le da importancia a informantes y fuentes sin mucha credibilidad. Ahora tenemos una guerrita para publicar celulares de políticos y familiares…
Investigador del CIESAS. @AzizNassif