Una votación electoral es el resultado de una combinación de las capacidades de la ciudadanía para ejercer sus derechos políticos y de un mercado de opciones políticas, parafraseando al gran sociólogo Pierre Bourdieu.
Los resultados de las elecciones en la Ciudad de México han generado un debate sobre las clases medias. El mismo presidente ha colocado el tema en la agenda y ha emitido varias interpretaciones muy polémicas que es importante analizar.
En la secuencia de hechos primero tenemos los votos de la CDMX; casi de forma inmediata los memes de las división de una ciudad, como lo fue Berlín, con una separación entre oriente y occidente; ese mapa tenía un clasismo tóxico, decía que en la parte occidental habían ganado los que pagaban impuestos y en el otro sector, los que recibían subsidios. Una aberración que se entiende en el contexto de la enorme polarización. Luego llegaron las explicaciones de AMLO y sus lecciones de sociología. Algunos de los teóricos de la democracia señalan que uno de los graves problemas del momento actual es el simplismo frente a una realidad tan compleja, donde urgen visiones con múltiples factores, dinámicas y procesos.
En los últimos días hay al menos tres intervenciones de AMLO sobre las clases medias de la CDMX que llaman la atención: la primera en donde hace una interpretación de que ese sector votó por la oposición debido a la campaña de guerra sucia que se concentró en la capital del país. Clases medias manipuladas por la propaganda de los adversarios de la 4T, porque son “aspiracionistas” y quieren ser como los de arriba; en contraste están las clases populares que sí respondieron al gobierno y no se dejaron manipular porque tienen valores. Una sociología de la exclusión que no explica en realidad qué pasó. ¿Cómo un sector es manipulable y el otro es impermeable a esa versión, cuando el propio AMLO repite con frecuencia que el pueblo está muy politizado? Luego vino una segunda interpretación para corregir el error anterior y propuso el ideal de construir una clase media solidaria, la sociología que aspira a un mundo de valores. Unos días después vino una tercera interpretación, las clases medias apoyaron el ascenso de Hitler y el golpe de Pinochet, es decir, la sociología que estigmatiza, llega a los peores extremos, a una clase fascista y golpista.
Lo que pasó en la CDMX obedece a diversos factores: una parte de los grupos con mayor escolaridad, media superior y universidad, dejaron de votar por Morena, hay números y porcentajes. Además, en las alcaldías donde ganó el bloque opositor hubo votación por arriba del promedio nacional, y en las que ganó Morena fue mucho menor. Hay en la ciudad bastiones de la oposición, pero otros territorios se volvieron altamente competitivos y ahí la alianza opositora sí funcionó. Se puede sumar que también hubo malos gobiernos que fueron castigados, como en Tlalpan. No se puede dejar de lado que Morena tuvo una estructura débil en varias partes, con campañas casi invisibles y que hubo una confianza excesiva en que la CDMX vota por Morena, independientemente de que pase en el contexto, grave equivocación. Hay afectaciones económicas y sociales muy importantes por la pandemia que golpearon a los sectores medios y populares, pero los más vulnerables han tenido algún apoyo gubernamental. Una lectura sobre las agendas también influyó, porque la 4T está concentrada en “primero los pobres”, pero ha dejado de lado una agenda cultural sobre derechos y proyectos ambientales, diversidad sexual, movimiento feminista, derechos humanos, etc.
No es con clases de moralidad como se puede apoyar y ganar a las clases medias, sino mediante agendas y políticas públicas de problemas que viven las sociedades complejas y democráticas. No es con críticas a las aspiraciones ciudadanas para estudiar o tener un empleo de calidad. AMLO falla como sociólogo de las clases medias. El proyecto de la 4T necesita incluir a todos los grupos sociales porque compromete fuertemente su continuidad en el 2024…
@AzizNassif