Familias que se fracturan, amistades que se pierden, dinámicas de conversación que se cancelan, posiciones que se vuelven dogmas y un mundo alterno de fake news, son algunas de las expresiones que a diario experimentamos en nuestra vida cotidiana. Se trata del fenómeno de la polarización en el mundo que se ha convertido en una realidad compleja. Es como un tsunami movido por la adicción a las redes sociales que lo atrapa todo a su paso.
Entre los trabajos que tratan de comprender y explicar el fenómeno hay un estudio que enfoca el tema de la polarización a través de las plataformas, pero como una adicción, una droga oculta en la normalidad de las redes sociales. Se trata de: The Hidden Drug. Un estudio sobre el poder adictivo de la polarización del debate público (LLYC). Esta investigación interdisciplinaria tiene varios componentes novedosos: se hizo a través del seguimiento de la conversación pública de doce países entre los que se encuentran Estados Unidos, Brasil, España, Chile, Argentina y México. Mediante el análisis de 601 millones de mensajes de Twitter entre septiembre de 2017 y agosto de 2022, se conformó un corpus sobre el volumen de los temas que generan mayor nivel de polémica en la conversación pública. Con instrumentos de la inteligencia artificial se respondió a las preguntas sobre qué se habla, cómo se expresan, quiénes lo hacen y cuáles son las reacciones que se generan. Se investigan algoritmos, interconexiones y ejes de conversación.
La mirada del estudio se enfoca en la adicción que genera cualquier droga, con la singularidad de estar normalizada en el uso de las redes sociales. Lo que se ve son actitudes de pérdida de control, malestar emocional, impulsividad, es decir, emociones fuertes que van a reafirmar ideas y convicciones como si fueran dogmas. Calculan que la polarización global ha crecido en los últimos años 39%. Pero, ¿de qué se compone este proceso? Lo grave no es reafirmar convicciones, sino la “ignorancia intencionada”: desconocer los argumentos y razones que pueden cambiar las opiniones propias. Hay mecanismos para producir este clima, como la polarización ideológica —que siempre ha existido— y la polarización afectiva, que es la que más fuerza ha cobrado; luego viene el “absolutismo moral”, que convierte en asuntos de moralidad situaciones que no serían parte de ese universo y que llevan a la intolerancia; los juicios morales derivan en presupuestos que adquieren valor como si fueran conocimientos objetivos; en este proceso se identifican dos tipos de actores, los “convencidos” y los “ militantes”, que son los más radicales. En cualquier deliberación pública hay diferencias, pero ahora los desacuerdos no conducen a revisar los juicios propios, sino a un mayor “afianzamiento” de las posiciones propias.
Los temas de mayor presencia pública que se encontraron a nivel global fueron el aborto, el feminismo, la inmigración, el cambio climático, la libertad de expresión y los derechos humanos. En México se encontró que el tema que más volumen de conversación generó es el de los derechos humanos y, sobre todo, la libertad de expresión, seguido de problemáticas como racismo, aborto y feminismo. En la escala de polarización de estos países que se estudiaron México aparece como el menos polarizado (43.3%).
Un buen ejemplo es el siguiente: hace unos días la organización Artículo 19 dio una conferencia de prensa en la que denunció que han sufrido 18 ataques a su organización en este año, desde amenazas de muerte y acoso, hasta espionaje y robo de archivos. Señalaron que las agresiones se han agudizado a partir de las descalificaciones del presidente en sus mañaneras en contra de esta organización. AMLO dice que hay libertad de expresión, pero con sus descalificaciones es como si autorizara, de alguna forma, estas agresiones.
La mala noticia es que México ha entrado ya en la dinámica de la sucesión presidencial, pero con una polarización plus y con una adicción creciente en redes. La pugna entre convencidos y militantes de los dos polos, pro y anti 4T, será de pronóstico reservado…
Investigador del CIESAS. @AzizNassif