Cuando se inicia un nuevo año la vida se tarda un poco en retomar las rutinas de la cotidianidad y dejar atrás los momentos celebratorios. Si hace unos días se hacían recuentos por el fin del año y se deseaban buenos propósitos para el siguiente año, ahora se intenta dibujar —con pulso tembloroso— lo que nos puede esperar en este 2022. Al contrario de un ejercicio de memoria, tenemos que pasar de los buenos deseos a una realidad complicada que se desplegará en los próximos 365 días. Cruzamos el año nuevo con los últimos acontecimientos, porque no empezamos de cero, sino que cargamos con los problemas que nos dejó el 2021: por ejemplo, la migración, la pobreza persistente, la violencia, los problemas del bienestar, la polarización social, el estrujamiento de instituciones y conflictos que seguirán como nota de cada día.

Allí están los miles y miles de migrantes que ya cruzaron a nuestro país y los que vendrán este año con sus historias y sus tragedias, personas que sólo buscan un mejor futuro para sus familias. Veremos nuevas caravanas enganchadas a las mafias del crimen organizado como carne cañón de un negocio multimillonario. Se calcula que se trata de una estructura de tráfico de personas que ronda los 5 mil millones de dólares al año, según cálculos de Tonatiuh Guillén López (El País, 12/12/2021). Ese negocio de la muerte, uno más, no se podría llevar a cabo sin una complicada red de corrupción con las autoridades. La complejidad del fenómeno migratorio —a nivel global— conformará una problemática urgente de atender. Hasta hoy las políticas de migración de los gobiernos de México y Estados Unidos han sido un rotundo fracaso.

En este espacio ya hemos planteado cómo la dimensión de la pobreza ha crecido, de acuerdo a los últimos estudios del Coneval (diciembre 2021). La pobreza ha aumentado en los espacios urbanos y se ha incrementado en 233 municipios. Ese informe da cuenta de la pobreza local por municipio, por eso se pueden ver los altos contrastes del país, ninguna novedad. Tenemos regiones donde se localizan los municipios con más pobreza, como en Oaxaca, Chiapas y Guerrero, y el país con menor pobreza, en Nuevo León, Ciudad de México, Sonora, Chihuahua y Coahuila.

Otro estudio, que se publicó a finales del año pasado, es la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (Enbiare 2021, Inegi). En ella vemos datos interesantes: por ejemplo, que 30% no tiene redes de apoyo frente a sus problemas; que ocho de cada diez personas participan en las redes sociales; 15.4% dice sentirse deprimido, pero en las mujeres sube hasta 19.5% y territorialmente es en Guerrero donde llega hasta 20%, en cambio en Quintana Roo es sólo de 11.5%. Medio país dice que tiene ansiedad (sentirse nervioso, intranquilo, preocupado); en Puebla se da el mayor nivel con 57.8% y el menor es en Nuevo León con 43.4%. Una de las preocupaciones importantes es el ingreso corriente, 36% dice que tuvo que pedir prestado y 43.4% considera que no le alcanza para cubrir sus gastos. Por otra parte, los mexicanos que cohabitan con personas que padecen enfermedades crónicas llega a 44%. También hay datos optimistas, como los logros intergeneracionales en donde se percibe una mejor situación de los hijos respecto a sus padres: en el nivel de vida un 54%, en educación 70%, en patrimonio 40% y laboralmente un 54%.

¿Qué podemos esperar en este 2022? ¿Seguiremos con el conflicto por la revocación-ratificación de mandato entre el INE, AMLO, el TEPJF y la SCJN? ¿Ganará Morena en la mayoría de las elecciones estatales de este año o habrá sorpresas? ¿El país tendrá mayor polarización? ¿La reforma eléctrica, que volverá a ser motivo de debate dentro y fuera del poder legislativo, será aprobada? ¿Las mañaneras seguirán siendo foco de atención y fuente para polarizar al país? ¿Habrá recuperación de la economía o seguiremos con un bajo crecimiento y alta inflación? ¿La cepa ómicron nos llevará a una cuarta ola de la pandemia con efectos catastróficos en las próximas semanas o será más leve que las anteriores, por los niveles de vacunación en el país?

En fin, tiempos de incertidumbre en 2022, empezamos…


Investigador del CIESAS.
@AzizNassif