Se ufana el presidente de haber erradicado el dedazo. Claro, puso de moda el bastonazo. Pero eso es lo de menos.
Y el INE cómo está. Como dijera algún clásico, no goza de cabal salud.
En proceso electoral por demás adelantos, con nuevos métodos de selección que nunca habíamos visto como el realizado por el Frente Amplio por México y en algo también por Morena, y con la plena y absoluta intervención de Presidente de la República con todo el poder del estado mexicano terminamos con 2 candidatas rumbo al proceso electoral 2024.
Pregunta, aunque en estos tiempos toda pregunta pareciera ir con mala intención, ¿sabe el lector cuántos cargos de elección popular habrá en los comicios de 2024? Ahí tiene.
1 presidencia de la República
128 senadurías
500 diputaciones Federales
9 gubernaturas
31 congresos Locales
1,580 ayuntamientos
16 alcaldías
24 juntas Municipales
Otra pregunta, ¿sabe la cantidad que será necesaria para concluir con decoro la elección? El INE aprobó el anteproyecto para el financiamiento en la elección del año entrante, a saber, $23,757,453,846.00 (veintitrés mil setecientos cincuenta y siete millones cuatrocientos cincuenta y tres mil ochocientos cuarenta y seis pesos). Ojo, estimado lector, es apenas un anteproyecto, lo que quiere decir que puede incrementarse. La distribución, además, es muy interesante.
El INE, fragmentado, acomodado, despojado de una de sus mejores divisas, esto es la credibilidad, ofrece este presupuesto exorbitante. O no es así. Faltaría el presupuesto a los partidos políticos que, habiendo una coalición, tiene que ser otro monto. Por eso es “anteproyecto”.
La Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el anteproyecto de más de 10,444 millones de pesos destinados para los partidos políticos nacionales de cara a las elecciones de 2024, año en el que recibirán el mayor financiamiento de la historia.
La anterior cifra registró un aumento de 53.86% en comparación con el monto que se aprobó para el 2018, el cual fue de 6,788 millones de pesos. Aunque no solo por estos montos serán las elecciones históricas que todo el ambiente político espera.
¿Está el INE preparado para la contienda histórica más esperada por México?
Muchas cosas preocupan y nosotros, como ciudadanos, deberíamos ocuparnos. Por ejemplo.
El instituto presenta grandes problemas como el despido del personal más capacitado que ha habido en años. Es una práctica común de Morena, la suspicacia. Como estos trabajadores estuvieron en la administración de Lorenzo Córdova, deben estar maleados, cooptados ya por las fuerzas oscuras del expresidente consejero.
La señora Taddei cree que sigue en Sonora y se trajo a más de 40 personas a trabajar al INE hasta el de obras se trajo con ella. Tabasco no se queda atrás. También el consejero electoral Jorge Montaño llevó aproximadamente 10 personas a colaborar en la próxima elección. Entre ellas la nueva encargada de la ciberseguridad del instituto. Me pregunto si en esta era tan avanzada en ataques y hackeos su paisana estará lista para evitarlos o evadirlos, o rastrearlos.
La suspicacia está creada desde palacio nacional, donde el más suspicaz de todos vela por su democracia hechiza, ese personaje que decide y manda, que ejerce el poder como buen líder de la intolerancia y la parcialidad. Ah, pero no es siempre el que creemos. Los lobos se enseñan a aullar aullando.
¿Quién creen que es? Si dijo usted lector que me sigue que es el gobernador de Sonora, déjeme decirle que está en lo cierto. Alfonso Durazo quien debería estar más ocupado en calmar a su estado de la violencia que vive que de las elecciones nacionales y de las de Morena en particular, es quien acomoda funcionarios, decide presupuestos, observa desde su trinchera qué hacen los otros e informa, calumnia, forja una red que definirá la balanza.
Momentos críticos y de mucha molestia se viven en estos momentos por la gran cantidad de despidos que se están dando en estos últimos meses, que sin razón ni motivos van dependiendo del servilismo o la flacidez del espinazo. Y el gobernador de Sonora, alentado por quien quiere decidir las elecciones del 2024, opone, conviniéndole, usos y costumbres a la Ley electoral, a la Constitución o al revés. Apoyándose en éstos, van quitando a los funcionarios que saben el manejo del proceso electoral. Así tienen un chivo expiatorio, una cabeza de turco, como se decía antes, un tragos en el teatro antiguo, uno que pague los platos rotos. Y, con cinismo supremo, les dicen que por falta de confianza, hágame usted el favor .
Y así vamos a la elección más compleja y grande de México .
Solo nos queda la esperanza de los OPLES o sea los Organismos Públicos Locales Electorales de las entidades federativas y de los operativos que saben hacer muy bien su trabajo de capacitación y del armado de las casillas, así como de la capacitación electoral y la insaculación de funcionarios y el avistamiento de representantes de partido previniendo cualquier desliz.
Hace unos meses, salimos a las calles a defender al INE y se nos olvidó analizar a los que llegaban a destrozar lo ya hecho anteriormente y que habían dado excelentes resultados.
El INE acaba de dar banderazo de salida al proceso electoral que hasta su conclusión en 9 meses, un parto difícil, gestado sin higiene, con parteras, no ginecólogos, deslucido por la gris participación de muchos oponentes, tendremos un respiro… para volver a ahogarnos a través de los resultados.
Vamos a un poco de datos duros.
Fechas Clave: El 20 de septiembre de este año, los partidos definen método de selección interna de abanderados y el 5 de noviembre, inician las precampañas.
Se requieren 42 mil capacitadores para 20 mil 273 cargos.
Donde no ha podido Guadalupe Taddei es en el nombramiento del secretario ejecutivo, puesto por demás importante para el proceso. Sigue una encargada del despacho al no conseguir la votación para que el recomendado del gobernador Alfonso Durazo, Flavio Cienfuegos, sea nombrado.
Esta elección viene a ser la más competida, comprometida, cargada de un ambiente desconfiado, elemental, terrible. Los dados fueron echados. Las cosas en el INE no acaban de embonar, apostándole al caos, al desaseo, al hecho que las cosas no funcionen y el INE sea culpable y los héroes quienes reparten odios y apapachos desde palacio. Ahí queda eso.