Bueno, no se fíen mucho del título. El original se refiere a una hormiguita que se encuentra una monedita y comienza a preguntarse, ¿Qué compraré, qué compraré? Si compro pan, se me acaba. Si compro leche, se me acaba, si compro zapatos se gastan. Así pensó mucho, mucho hasta que decidió comprarse una silla presidencial donde se sintiera muy a sus anchas…
Perdón, creo que me equivoqué de cuento. La que compró un vestido que la hizo resplandecer fue la hormiguita… La que quiere comprarse una silla presidencial es un corcholatita que seguramente leyó el cuento. Vamos por partes.
Claudia Sheimbaun es la más visible de las corcholatas (y conste que el nombre se lo puso quien la apoya para estos menesteres) pues opina más, confluye más, se hace pasar a veces por el mismo presidente de México, imitando no solo el discurso sino el modo de hablar. El compositor Salvador Manrique dice que por toda la nación, reconocen nuestra voz… No es el caso, curiosamente. Pero vamos a lo medular.
En fin, ella se encontró una monedita… Más bien encontró millones de pesos, muy devaluados de acuerdo, pero que sirven para sus propósitos. El más visible, claro, ser presidenta de México a como dé lugar. Y a diferencia de la hormiguita de la fábula, CS sabe muy bien en qué gastar el monto y no quedarse sin nada. Analicemos.
En documentos que salen a la luz, porque siempre todo sale a la luz, se hace un análisis de gastos y competencias de CS. A saber.
Se mencionan uno a uno, los hechos violatorios de CS a los acuerdos tomados por las 6 fichitas de Morena… Por ejemplo, los discursos y mensajes que realicen no deberán contener directa y explícitamente llamados expresos al voto en contra o a favor de persona o fuerza política alguna. Los actos que realicen las corcholatas no deben tener como objetivo obtener el respaldo para ser postuladas como precandidatas a un cargo de elección popular. La propaganda que se exponga en los actos que se realicen no debe tener el propósito de dar a conocer propuestas relacionadas con alguna aspiración de carácter electoral. En ningún momento deberán presentar plataforma de un partido político o coalición o promover a una persona para obtener una precandidatura o candidatura para contender en algún proceso de carácter electoral.
Pues bien en cada caso se anexan pruebas señalando ligas y mensajes de redes sociales donde la mismísima hormiguita invita a votar por ella, haciendo gala de su prevalencia sobre sus demás compañeros de partido. Conviene señalar que las ligas NO se pueden abrir directamente, habría que teclearlas una a una para revisarlas. El documento consta de 36 páginas.
Las denuncias se señalan con una numeración tal y como aquí se muestra.
Acarreo al zócalo (una liga y twitt de la propia CS y otros operadores, así como fotos del acarreo y la logística correspondiente certifican el hecho, se menciona el “papel rojo” que sirve como contraseña de asistencia.
Asistencia y apoyo de la directora de la Lotería Nacional. En eso no pensó la hormiguita del cuento.
Apoyo de la Gobernadora de Campeche, quien critica el plan de Seguridad de MEC.
Espectaculares y promoción a la presentación del libro de CS.
Apoyo de Geraldine Ponce, presidenta municipal de Tepic.
Entrega de apoyos a través del personal de Bienestar del gobierno de la Ciudad a nombre de CS.
El hijo del gobernador de Tamaulipas entregó despensas con la imagen de CS.
Personal del programa de Bienestar de San Juan del Rio entregando apoyos para el campo vinculándolos con CS.
Video de apoyo del director del Instituto tecnológico de Durango.
Acompañamiento del dirigente del PVEM durante la gira por Quintana Roo.
Apoyo del Sistema Público de Radiodifusión SPR a través de la difusión de video semblanza de CS.
Apoyo manifiesto de servidores públicos y diputados a CS en Mérida.
Apoyo del dirigente del PVEM Manuel Muñoz Cano durante la gira por Tampico.
La periodista Peniley Ramírez, después de hacer un amplio análisis sobre las encuestadoras contratadas por CS y por el gobierno de CDMX, pregunta si las demás corcholatas estarán de acuerdo en los resultados de cualquiera de ellas, pregunta que, aparte de ser muy pertinente, pone el dedo en la llaga no digamos ya en la figura de la corcholatita gastadora sino en el hecho de que los demás aspirantes se vean lesionados en alguno de los puntos que acordaron en ese lejano junio cuando las cosas parecían estar de lo mejor.
Ahora bien, qué va a pasar con esta corcholatita que sabe muy bien en qué gastará su dinerito, ese que encontró como la hormiguita del cuento.
Seguramente lo usará en su provecho, definiendo una vez más que el cambio ofrecido por la 4T fue sólo imagen de un gatopardismo similar al de otro texto literario que no cito ya porque no quiero abusar de la paciencia del lector.
Lo que sí haré es contar en qué acabó la hormiguita dichosa. El dinero se lo gastó en un hermoso vestido que lució muy bien… hasta que, por andar derrochando luz, fue vista por una enorme araña que se la comió… y ahí acaba el cuento de la corcholatita gastadora. Perdón, de la hormiguita. Ya no sé ni lo que escribo. Feliz semana.