La obra de Saúl Kaminer parece un cosmos de tramas infinitas, como el universo, como el mundo de los números. La realizó para la portada del libro de Matemáticas de segundo grado, mientras que la de Vicente Rojo iría para cuarto. Carlos Aguirre y Arnaldo Coen pintaron las de Historia; Magali Lara y Carla Rippey, las de Español; Jan Hendrix, la de Ciencias Naturales… más de 40 artistas visuales fueron convocados en 2019 para realizar una obra de arte que sería portada de los nuevos libros de texto de la SEP. Y las entregaron, pero la burocracia las dejó en bodega.
Cuando Kaminer subió hace unos días su hermosa obra a Facebook, le llamé y me contó la historia. La invitación consistió en realizar una obra pictórica expresa para una materia y un grado escolar determinados. Fechada el 31 de octubre de 2019, la carta firmada por Antonio Meza Estrada, entonces director de la CONALITEG (Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuito) lleva como asunto: “Donativo de obra pictórica”. La idea era proporcionar a los estudiantes de primaria, para la edición de 2021, portadas “que estimulen su creatividad y el amor al arte y la cultura”, conmemorar el centenario de la SEP, seguir la tradición y sensibilizar a la niñez de todo el país con el arte contemporáneo de México.
Emma Cecilia García Krinsky hace la curaduría. La reconocida investigadora ya había curado, hace dos décadas, y a invitación del doctor Meza Estrada, una exposición itinerante de portadas de la SEP. Desde sus inicios en 1960, la CONALITEG se propuso divulgar arte mexicano en las portadas: Siqueiros, Chávez Morado, Olga Costa, Anguiano, Roberto Montenegro, Alfredo Zalce, Fernando Leal, entre muchos más las crearon, hasta 1962, cuando Jorge González Camarena realizó La Patria y se unificaron los libros con la emblemática imagen. En los años 80, Emma propone enriquecer el acervo. Si en los orígenes la presencia de los muralistas destacaba con el acento nacionalista, ahora invitarían a la generación de la Ruptura y sus contemporáneos. Así, Vicente Rojo, Felguérez, Soriano, Goeritz, Leonora Carrington, Gerzso, Joy Laville, Águeda Lozano, Nunik Sauret, Cauduro, Aceves Navarro, entre otros, hacen nuevas portadas que, además, viajan por 30 museos del país durante más de dos años.
En 2019, Meza Estrada ocupa de nuevo la dirección de CONALITEG y busca a la curadora independiente para mover la colección. Emma propone convocar a participantes vivos de ediciones anteriores y a pintores nacidos en los años 50 y 60, abstractos, figurativos, geométricos, para completar el recorrido del siglo XX al XXI. Me dice: “Era la curaduría de mis sueños, actualizar el acervo y hacerle llegar a los niños de México, en millones de libros, una bella obra de arte contemporáneo”. Rocío Maldonado, Alan Glass, Manuela Generali, Francisco, Alberto, Miguel y José Castro Leñero, Irma Palacios, Luis Argudín, Sergio Hernández, Damián Flores, Brian Nissen, Manuel Marín, Friedeberg, Macotela, Ilse Gradwohl, Franco Aceves, María Sada… se pusieron a pintar.
Terminaron a tiempo, entregaron. Y la obra se quedó guardada. ¿Por qué? Nadie les dio una razón. ¿La hay? Esteban Moctezuma dejó el cargo como secretario de la SEP, después Meza Estrada renunció y… la burocracia ejerció todos sus derechos. Emma García se quedó sin interlocutores al nivel del proyecto en una SEP que ha cambiado de titular dos veces más. En septiembre de 2021 logró con mucho esfuerzo que los artistas, frustrados y lastimados como ella, recuperaran sus obras.
En la SEP, o no entendieron el proyecto o ¿les pareció neoliberal?