El panorama es complejo: militarización y violencia, manifestación cotidiana del cambio climático, deforestación como negocio del crimen organizado y escasez de agua, desplazamiento de comunidades enteras que huyen de sus territorios expulsados por la inseguridad o el secuestro de sus recursos naturales, la revisión del T-MEC en puerta, la incertidumbre en torno a las próximas políticas migratorias… Ante este entorno ¿cómo y desde dónde pensar políticas culturales?

Luego del nombramiento de Claudia Curiel de Icaza como próxima titular de la Secretaría de Cultura (SC), han llovido opiniones que abordan desde su rico bagaje cultural familiar y su trayectoria en instituciones y realización de festivales, hasta el temor de que la relación del gobierno con las comunidades e industrias creativas permanezca tan lastimada como hasta hoy luego de seis años de desprecio. También hay quienes le dan el beneficio de la duda. Pero casi todas las posturas se centran en la persona. Invito a mirar con gran angular: ¿Tendrá ella poder de decisión o deberá someterse a un proyecto?

Claudia Sheinbaum fue muy clara: “Vamos a darle todavía un apretón más a los gastos de operación [del gobierno], con más austeridad republicana”. También aseguró que “el segundo piso de la transformación” significará concretar el Tren Maya. Es decir, se pretende fortalecer dos de los legados más controvertidos de la 4T en materia de cultura y medio ambiente. Los recortes presupuestales que agravaron la precarización del sector y el desmantelamiento de instituciones artísticas, académicas y científicas van a acentuarse. Y el megaproyecto que ha fragmentado la selva, las comunidades, los sitios arqueológicos, el hábitat de múltiples especies biodiversas en el sureste no solo se concretará, sino que se ampliará. ¿Qué postura o proyecto de mitigación tendrá la nueva SC ante el turismo masivo que se está promoviendo? No sólo para enfrentar el impacto en el patrimonio natural y cultural sino en la vida de la gente y las comunidades locales.

Desde un gran angular, ¿qué función tiene la cultura si es que existe un proyecto de pacificación en este país? Insiste la 4T que se dará prioridad a lo comunitario y a los pueblos originarios. Me pregunto qué tiene que decir la SC frente a la denuncia de la cineasta y actriz mixteca Ángeles Cruz, que se manifestó antier, en plena Guelaguetza, para denunciar los ataques de grupos armados que está sufriendo su comunidad, San Miguel el Grande, con total impunidad. A pesar de actos de intimidación, sigue su llamado en redes: “¡Nos están matando!”

¿Cuál es la postura de Claudia Curiel frente a estos temas? Si como secretaria de Cultura de la Ciudad de México guardó silencio con respecto al cierre del Museo Dolores Olmedo y la pretendida mudanza de sus colecciones de Frida Kahlo y Diego Rivera a la nueva feria Aztlán de Chapultepec ¿podemos esperar un viraje, desde la ética, para que se respete la voluntad notariada de la mecenas y coleccionista en el sentido de que todos los acervos que heredó a México permanezcan en la exhacienda La Noria, en Xochimilco, cerrada desde hace cuatro años?

Ojalá que la nueva secretaria también comente qué relación propone con la IP, las organizaciones de la sociedad civil, la academia, los colectivos artísticos. Cómo promoverá la aplicación del Reglamento de los espacios culturales independientes en el que ella misma trabajó. Cómo, la dignificación de espacios museográficos en deterioro por falta de presupuesto.

Mientras presenta su proyecto cabe la pregunta: ¿Qué nos toca además de opinar?

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