Mientras que el gobierno de la ciudad de México anuncia oficialmente que en 2023 se inaugurará un nuevo Museo Dolores Olmedo en el Parque Urbano Aztlán en Chapultepec , serias inquietudes surgen alrededor del proyecto de mudanza para la más grande colección de Diegos y Fridas en el mundo que su dueña resguardó en Xochimilco. Porque en la escritura notariada que la autora del acervo firmó para donar La Noria y todos los bienes que contiene al pueblo de México, mediante un Fideicomiso , se lee claramente: “El Museo no podrá cambiar de nombre ni de domicilio”.

En la escritura notariada a la que tuve acceso “Contrato de Fideicomiso denominado Museo Dolores Olmedo Patiño” (número 11,421) en su última versión, la que se firmó el 4 de abril de 2002, la famosa mecenas dona al pueblo de México la colección de Diego Rivera , Frida Kahlo y Angelina Beloff . Pero también, integrados en el denominado “Conjunto La Noria”: los bienes muebles e inmuebles, los terrenos, las construcciones ahí existentes, la colección arqueológica, la de arte novohispano y la de arte popular, la biblioteca, las alhajas que el maestro Rivera diseñó para la señora, todos los animales que se encuentren dentro de los límites de la propiedad como los xoloitzcuintles, perros de todas las razas, pavorreales, patos… Y hasta “sus futuras crías”.

En la cláusula “Décima Primera” (página 23, inciso g) se lee que el Fideicomiso (cuyo fideicomisario es el pueblo de México y el fiduciario es Nafinsa), se crea con el objetivo de: “Que el pueblo de México y el mundo conozca las obras pictóricas del maestro Diego Rivera y de Frida Kahlo, así como todo lo que integra el patrimonio del Fideicomiso. Es su voluntad como fideicomitente, que el Museo que lleva su nombre sea imperecedero, viva siempre, nunca se clausure, que este Fideicomiso del que depende, subsista siempre”.

La cláusula “Cuarta” establece que el gobierno de México, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aportará un fondo “intocable” de 60 millones de pesos “y sólo los intereses que ese fondo produzca, servirán para solventar los gastos de operatividad, mantenimiento y funcionamiento del Museo (…)”. El patrimonio líquido de ese fondo “no podrá ser dispuesto ni por el Fideicomitente, ni por el Comité Técnico, ni por el Patronato, pues deberá ser permanente, para la autosuficiencia del Museo (…)”.

Más adelante señala que “El Museo no podrá cambiar de nombre ni de domicilio, ni pasar a otra Secretaría de Estado. Los bienes fideicomitidos se mantendrán juntos y en su mismo domicilio. Los objetos no saldrán del Museo, salvo en los casos provistos con anterioridad”. Esos casos, se lee en la escritura, deberán ser “muy excepcionales y para exposiciones sumamente especiales, previa autorización de don Carlos Howard Phillips Olmedo a falta de ella o del Comité Técnico (…) podrán salir algunas obras únicamente para exhibirse temporalmente en exposiciones a nivel nacional o internacional” siempre y cuando la ausencia de las obras “se cubra con préstamos recíprocos de obras de la misma calidad artística e importancia”.

Al morir su madre, Carlos H. Phillips Olmedo se convirtió en director del bello museo y presidente vitalicio del Comité Técnico del Fideicomiso (integrado por los cuatro hijos de la coleccionista, dos de ellos ya fallecidos, y cuatro nietos). Es, junto con la SHCP, custodio del riquísimo patrimonio que su madre donó “al pueblo de México” en Xochimilco .

De ahí las preguntas: El acervo de Fridas y Diegos se renta en 450 mil dólares a museos en el extranjero hasta tres veces al año. Hay un fideicomiso “irrevocable” y un patronato que Dolores Olmedo dejó organizados para garantizar la permanencia de su museo. Entonces ¿por qué éste sigue cerrado desde marzo de 2020? ¿Dónde queda el fondo "intocable" aportado por el gobierno federal a través de la SHCP para la operación y el mantenimiento del museo? ¿En dónde el fruto de las campañas de recaudación de fondos? ¿Cómo es que se acordó con el gobierno de la Ciudad de México la renta, por 40 años, de las colecciones del museo a un parque de diversiones en Chapultepec? ¿A cambio de qué? ¿Es legal mover el acervo? ¿Qué pasará con la ex Hacienda La Noria que es parte del Fideicomiso? ¿En dónde quedan los perros xolos y los pavorreales y demás fauna donada al pueblo de México? ¿En dónde la Biblioteca y demás tesoros de la casa de Doña Lola? ¿Por qué en los años recientes se refieren y anuncian al museo como “El Olmedo”?

adriana.neneka@gmail.com