Afuera, la conmoción por las víctimas de la Dana en Valencia. Adentro, es martes al mediodía y el sitio está repleto de gente. Le llaman “el acontecimiento cultural del otoño”. En mes y medio han visitado la muestra 40 mil personas y los organizadores esperan alcanzar los 80 mil de aquí a enero, cuando se clausure. Se trata de Setenta grandes maestros de la colección Pérez Simón en CentroCentro, sala de exposiciones en el Palacio de Cibeles de Madrid. Pero la noticia más importante es que el gran acervo integrará un museo permanente en la capital de España.
La de Juan Antonio Pérez Simón, quien nació en Llanes, Asturias (1941), pero llegó desde los 6 años a México, es una de las colecciones de arte internacional más importantes del mundo. De corte enciclopédico, a lo largo de 60 años ha reunido más de 4 mil obras que abarcan seis siglos en la historia del arte en Europa, América y Asia, entre pintura, escultura, dibujos, artes decorativas y manuscritos, desde la antigüedad hasta nuestros días. Recorrí la exposición a sabiendas de que se trata de solo una probada de lo que podrá verse a partir de la primavera de 2027 en el nuevo museo “Colección Pérez Simón”. Su sede: un lugar privilegiado en pleno Paseo del Arte, entre la Caixa Forum y el Museo Reina Sofía, en el edificio doble de la antigua Serrería Belga, patrimonio histórico, que ya cuenta con el proyecto del estudio de arquitectos Langarita-Navarro, para recibir el acervo.
Si el Museo del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía conforman el famoso “triángulo dorado”, en dos años y medio “hablaremos de un rectángulo”, me dice con emoción Susana Martínez Garrido, curadora y comisaria de la colección Pérez Simón en España.
En esta “probada” miro obras como Las rosas de Heliogábalo de Lawrence Alma Tadema, junto a otras de: Cranach el Viejo, Brueguel, Van Dyck, Murillo, Canaletto, Goya, el Greco, Rubens, Long, Van Gogh, Monet, Gauguin, Turner, Renoir, Cezánne, Sorolla, Zuloaga, Dalí, Picasso, Braque, Münch, Magritte, Tamara de Lempicka, Frida Kahlo (Niña tehuana. Lucha María, 1942), Rothko, Antonio López, Miquel Barceló, Zeng Fanzhi … Un dato: Pérez Simón es el mayor coleccionista de arte victoriano fuera de Reino Unido, y dentro, el segundo, solo después de Andrew Lloyd Weber.
Aclara la curadora que no se trata de una donación del acervo a Madrid “sino de una cesión por 50 años, ampliable”. Y que no viajan a España todas las piezas de la colección, que más bien ésta tendrá dos sedes, una en cada país y se darán intercambios. La Fundación JAPS y el Ayuntamiento de Madrid afinan los trámites y permisos. Según Vanity Fair (9/XI/24), el magnate mexicano asumirá los costos de rehabilitación del inmueble, de la plaza pública y del Callejón del Arte, a cambio de la cesión del edificio.
La idea, me cuenta Susana, es crear un espacio con personalidad propia, distinto a otros museos, algo más moderno que atraiga públicos jóvenes, de acceso libre, con biblioteca, cafetería, auditorio, tienda... Se contempla rotar las obras de manera que en cinco años se hayan exhibido entre 200 y 300 piezas; tener una exposición permanente y muestras temporales temáticas, por artista, por cultura, por épocas, hay esculturas muy importantes que se exhibirán en el jardín.
Al salir, frente a la Cibeles, recuerdo la “pausa” en las relaciones México-España impuesta desde las esferas del poder, desde el rencor y la mezquindad. La cultura, sin duda, camina por otro lado. Pero seguramente flota en el aire la pregunta: ¿por qué no permanece la colección en México? Queda para la reflexión.