A raíz del último escándalo de Pío López Obrador, hermano del inquilino de Palacio Nacional, por la recaudación ilícita de fondos para su movimiento, queda claro que: 1) En 2015, Morena ya era partido político nacional, recibía recursos públicos para sus actividades, y sabía las reglas para reportar a la autoridad electoral toda aportación recibida; 2) Se tenía establecida una cuota de 400 mil pesos mensuales; 3) Este fue el modus operandi para llevar a cabo este proceso de entrega-recepción ilegal, y 4) Se desconoció “oficialmente” durante mucho tiempo, el origen, uso y destino de los recursos económicos entregados con ligas, en bolsas o fajos de billetes. Todos estos actos tienen un común denominador: todos los caminos llevan a Andrés.
José López Portillo. 1979
Por esto es que se hace necesario un poco de historia. Desde el año 2004, se difundieron videos que daban muestra del ejercicio oscuro y corrupto de quien hoy encabeza el Poder Ejecutivo Federal, de una estructura corrupta de intereses, perfectamente articulada, recurrente y cómplice de procedimientos ilegales en la recaudación de recursos económicos. Desde entonces y hasta ahora, todos los actos realizados dan cuenta de que todos los caminos llevan a Andrés.
Hablaban de la corrupción entre los operadores políticos del peje (así identificado el otrora jefe de Gobierno del Distrito Federal), se sabía de sus extorsiones, pero nadie acusaba porque aspiraba a un beneficio posterior.
Después de observar al señor de las ligas (René Bejarano) y al recolector de bolsas (Carlos Ímaz), los diálogos son a favor del beneficiario de los cuantiosos recursos entregados. La ruta de lo recaudado iba directo al Antiguo Palacio del Ayuntamiento y a su proyecto político que, en ese momento, estaba bajo la bandera del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Sin embargo, el aludido negó toda posibilidad de estar involucrado en ilícitos y solicitó que la "justicia de la ciudad", creyente de su inocencia y subordinada a sus palabras, iniciara investigaciones, destinadas al olvido. ¿Para qué se utilizó el dinero? Sin evidencia probatoria, se "confesó" que se aportó a Rosario Robles, presidenta del PRD.
En el año de 2012, el extesorero del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) reveló que Martín Esparza, su dirigente sindical, entregaba dos millones de pesos mensuales al entonces excandidato presidencial Andrés Manuel para financiar y mantener el costoso plantón de la avenida Reforma en el 2006. La confesión sobre esa aportación irregular señaló la vía directa hacia Andrés y su proyecto político.
En abril del 2017, se difundió otro video en donde la diputada local con licencia y aspirante a la alcaldía de Las Choapas, Veracruz, Eva Cadena, --operadora local del político tabasqueño-- recibía medio millón de pesos que, así lo reconoce, eran para Andrés Manuel.
En ese mismo año, la excandidata al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, reconoció que descontaba de forma unilateral, el 10 por ciento de los recursos de los trabajadores para apoyar a Andrés Manuel.
En esta telaraña política se teje una cadena de complicidades con operadores/seguidores que, sin pena ni escrúpulo alguno, no dudan en solicitar/exigir el pago de montos específicos mensuales, algo así como un 'derecho de acceso' a la venia o visto bueno del hijo de Macuspana, Tabasco. Toda aportación, con la purificación correspondiente, redundará en beneficios para el proyecto o movimiento político de Andrés.
Poco importan las leyes. Justifica la falta en "aportación" para el movimiento y, en el absurdo y con delirios de grandeza, compara esos actos perversos, apartados de la legalidad, con la Independencia o la Revolución. Narciso solo logra visualizar su imagen de superioridad moral. No tiene duda que él es el bueno. Niega que sus actos de corrupción han sido evidenciados. Todos los caminos llevan a Andrés. Por tanto, tenemos a un gobernante que tiene un movimiento plagado de cínicos.
