“La primera riqueza es la salud". Retomo la frase del escritor Ralph Waldo Emerson para referirme a la reciente y tan esperada inauguración de Hospital General Cuajimalpa que maneja el IMSS-Bienestar . Soy un convencido de que los derechos sólo son efectivos cuando se concretan en la realidad, como lo estamos haciendo con el derecho a la salud en nuestra Alcaldía.
Derechos sin realidades es demagogia. Por eso resulta emocionante y muy gratificante darle la bienvenida a Cuajimalpa a Elías Dariel, quien el pasado miércoles se convirtió en el primer bebé en nacer en el nuevo centro hospitalario.
Si una lección nos dejó la pandemia de Covid-19, es que la salud no solo es un bien incuantificable, sino un elemento fundamental del desarrollo humano. La salud debe ser una de las mayores prioridades del gasto de los gobiernos, sin importar el orden o el partido al que pertenezcan. En suma: la salud es, junto con educación y seguridad pública, una de las dimensiones básicas de la planeación gubernamental a nivel federal y, especialmente, local.
Cuando esta prioridad se refleja en bienes tangibles que son el vehículo para brindar este servicio básico a la población, se comienza a generar bienestar. Es decir, eso que llamamos “calidad de vida” sólo tiene sentido cuando se refleja no sólo en la salud de las personas, sino en su economía, en su productividad, etcétera.
Por todo lo anterior, mi agradecimiento a la colaboración intergubernamental es directamente proporcional a la magnitud de lo que significó este desafío. Desde este espacio y, a nombre de todes los habitantes de Cuajimalpa, les decimos, con el corazón en la mano: “gracias Jefa de Gobierno, gracias Secretaría de Salud, gracias IMSS , gracias Sedena”. Gracias, porque hoy nuestra demarcación tiene, de nueva cuenta, un hospital de primer nivel cuyos beneficios son encomiables: reducirá los tiempos de traslado de la población que lo requiera y, sobre todo, incidirá en los indicadores del sector al aumentar los doctores, enfermeras y camas por habitante.
Este hospital tiene infraestructura de primera: 62 camas censables, 15 consultorios, una plantilla de casi 800 personas, detrás de lo cual hay una inversión de 169 millones de pesos en equipamiento. Todo al servicio de las, los y les cuajimalpenses.
No fue tarea fácil. Este hospital fue construido ante la necesidad derivada de una tragedia que todas, todos y todes lamentamos y nos sigue entristeciendo, pero además fue construido entre litigios debidamente solucionados por el derecho y la razón para lo cual fue fundamental la participación de todos los órdenes de gobierno.
Este hospital IMSS-Bienestar Cuajimalpa es la prueba fiel del poder de la eficiencia cuando existe una auténtica coordinación intergubernamental: en sus etapas de desarrollo, a cargo de la Sedena, intervenimos tanto el gobierno de la Ciudad de México, como la secretaría de salud, el IMSS y un servidor; todos, debo revelar, de una manera cordial y con la más alta disposición a fin de ver este proyecto hecho realidad.
Hoy Elías Dariel inicia su vida con su derecho a la salud mejor sustentado, lo cual es una manera de impulsar su bienestar y el de todas las personas que viven en Cuajimalpa.
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