Esta semana se llevó a cabo en las instalaciones del INAI la VI Cumbre Nacional de Estado Abierto, con el objetivo de reunir a la comunidad de práctica y la sociedad en general en materia de apertura institucional, con el propósito de identificar, priorizar y discutir contextos que permitan el fortalecimiento de la participación de la ciudadanía en la gestión pública.
El desarrollo del evento no fue ajeno al contexto en el que se encuentra este instituto y los organismos de transparencia estatales. Personas y organizaciones de los distintos sectores coincidieron en que las instituciones bajo amenaza de desaparición están lejos de ser perfectas pero son mejorables, e hicieron una serie de declaraciones en favor de mantener los avances del país en materia de transparencia, acceso a la información y protección de datos personales. En ese sentido, me permití señalar que toda institución es perfectible, pero lo que es irreductible es el derecho de las personas a acceder a la información pública y a la protección de sus datos personales.
La Cumbre abordó la noción de un "Estado Abierto", una conceptualización que va más allá de la apertura del Poder Ejecutivo. Este enfoque engloba la apertura a la sociedad de los tres Poderes de la Unión e incluso los organismos autónomos del Estado, así como la interacción entre los órdenes federal, estatal y municipal. El Estado Abierto es un modelo que promueve la transparencia proactiva y la participación efectiva de las personas y las organizaciones, para que su voz se escuche y cambie el estado de las cosas para bien, para incidir en el entorno y contribuir a la transformación del país.
Bajo ese marco, se discutieron temas como los desafíos del Gobierno Abierto, el Congreso Abierto y la Justicia Abierta, en un entorno que también reconoció la necesidad de abordar la apertura institucional en la atención de cuestiones específicas y urgentes, como el discurso de odio, los controles a la inteligencia artificial, la agenda feminista y las redes de macrocriminalidad. Estos desafíos reflejan la complejidad de un mundo en el que afrontar las amenazas requiere un enfoque holístico y colaborativo.
Esta Cumbre ha demostrado que México está listo para dar pasos firmes hacia un nuevo modelo de apertura institucional más inclusivo, con mayores alcances y centrado en los efectos. La transparencia proactiva y la participación efectiva no son sólo principios o buenos deseos, sino herramientas concretas para enfrentar los retos que definirán el futuro de nuestra nación. En un contexto donde la gente ha depositado de manera contundente su confianza en las autoridades, resulta crucial la adopción de esquemas de Estado Abierto como un medio para que las instituciones públicas respondan a las altas expectativas.
Con la participación de personas expertas nacionales e internacionales, hemos trazado una hoja de ruta clara para avanzar en esa dirección. El reto ahora es implementar estas ideas con determinación y coherencia, asegurando que todos los actores, desde el gobierno hasta la sociedad civil, estemos convencidas y convencidos en esta agenda común.
Comisionado Presidente del INAI