En días recientes el huracán Beryl pasó con fuerza por el territorio nacional. Si bien no causó víctimas fatales en nuestro país, sí trajo importantes daños materiales y la está lejos de haber terminado. Además, consideremos que los huracanes de alto impacto son cada vez más frecuentes; tan sólo cabe recordar que en octubre pasado sobrevino el huracán Otis en el estado de Guerrero y hoy su población sigue trabajando en la reconstrucción.

Es por ello que considero esencial reflexionar sobre tres usos de la información pública ante situaciones que deriven en emergencias naturales: 1) información para la protección, 2) información para evitar la corrupción y 3) información para el acceso a apoyos gubernamentales.

El primer punto es crucial, ya que está de por medio la integridad de las personas. Ante el pronóstico de fenómenos naturales de alto impacto, es necesario que la población esté oportuna y debidamente informada sobre las medidas de protección que puedan tomar. Normalmente esa información se encuentra dispersa, por lo que es fundamental concentrarla y hacerla de fácil entendimiento para la sociedad. Con ese objetivo, en las horas en las que el huracán Beryl estaba por comenzar su paso por México, construimos el sitio de internet , el cual promueve la prevención y mitigación de riesgos, optimizando la toma de decisiones de las potenciales personas afectadas. Visitar en .

Sobre el segundo punto, cuando una emergencia natural causa severos daños a una región, las autoridades tienen la facultad de declararla “zona de desastre” y con ello suministrar recursos públicos especiales para la atención de dicha emergencia. Estos recursos tienen como característica que pueden ser ejecutados con rapidez, lo cual suele reducir sus márgenes de control y, por lo tanto, aumentar riesgos de corrupción. Por eso, la transparencia en tiempo real sobre su gestión es elemental, para asegurar su uso adecuado y garantizar que lleguen a quienes están dirigidos.

Y sobre el tercer punto, en los contextos de desastre natural es común que la población afectada desconozca los apoyos que han sido activados por las autoridades, como pueden ser programas sociales; o bien, la gente sabe que existen dichos apoyos pero no necesariamente cómo solicitarlos. Por esto mismo, es necesario emprender proactivamente campañas informativas amplias y claras, acerca de los beneficios que pueden obtener y los pasos para acceder a ellos.

Bajo estas premisas, el INAI, el del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), la y conformamos el Grupo Arrecife; el cual se creó, en principio, en respuesta al huracán Otis en octubre de 2023, pero se reactivó este mes de julio a propósito de la llegada del huracán Beryl. Su objetivo es claro, en los contextos de desastre natural, colaborar con las autoridades competentes para promover la transparencia y la rendición de cuentas durante la emergencia.

En resumen, el acceso a la información pública resulta estratégico para una mejor gestión de las situaciones de emergencia. Iniciativas como las aquí descritas son ejemplo de cómo podemos construir una cultura institucional en ese sentido y cómo podemos contribuir al desarrollo de una sociedad más resiliente y preparada para enfrentar estas adversidades.

Comisionado Presidente del INAI

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