#LaVozDeLosExpertos
Hace seis años, en la campaña de Enrique Peña Nieto por la presidencia de la República, con las legiones de “activistas” irrumpieron también, incontenibles, bots y trolls en el ciberespacio azteca.
Además, posteriormente a la celebración de esos comicios fueron denunciadas reprobables operaciones de ciberespionaje, las cuales fueron practicadas a los candidatos a la presidencia de los otros frentes y partidos, así como a directivos de sus respectivos equipos de campaña (véase las declaraciones vertidas por Andrés Sepúlveda, hacker colombiano, a la revista Bloomberg Businessweek: https://www.bloomberg.com/features/2016-como-manipular-una-eleccion/).
Las elecciones en el Estado de México de 2011, fueron el laboratorio de experimentación de Alejandra Lagunes Soto Ruiz, quien fue la responsable de las redes sociales de Eruviel Ávila, candidato del PRI al gobierno de esa entidad y de Enrique Peña Nieto, en la campaña presidencial en 2012. En el actual gobierno, Lagunes se desempeñó como responsable de la Coordinación de la Estrategia Digital Nacional, donde su gestión no precisamente arrojó resultados satisfactorios (como señala Jorge Bravo en http://economicon.mx/2018/01/29/falsos-digitalizadores-el-caso-de-alejandra-lagunes- soto/).
El 20 de diciembre de 2017, algunos medios informativos dieron a conocer la renuncia de Lagunes a la Coordinación de la Estrategia Nacional, para sumarse a la precampaña de José Antonio Meade.
Hace seis años, los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) toleraron la reprobable guerra sucia que fue desplegada en el ciberespacio. Al amparo de sus limitados conocimientos en materia de comunicaciones digitales —o una pobre voluntad para acotar el problema—, los consejeros sencillamente permitieron que el ciberespacio azteca deviniera en un territorio sin reglas, en el espacio idóneo para las operaciones de expertos en propaganda negra.
En cambio, en 2018 los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) parecen haber comprendido la importancia que efectivamente admitirá el ciberespacio en los comicios más importantes en la historia de los años recientes. Por ello, en días recientes han celebrado algunos convenios con Facebook y Google. El INE parece dispuesto a promover la participación ciudadana en Facebook; además, impulsar la transmisión en vivo de los debates presidenciales a través de las principales redes sociales. La loable iniciativa también responde a la necesidad de reducir la diseminación de noticias falsas (fake news), aprovechando los cambios que ha realizado Facebook en su algoritmo para reducir los rumores virales.
El acuerdo del INE y Facebook comprende “la realización de talleres para capacitar a los funcionarios del INE sobre el funcionamiento de Facebook y las mejores prácticas para la comunicación política en la plataforma”, detalló el INE en un comunicado.
Si bien el INE ha reparado en la gravedad de las noticias falsas en el ciberespacio, también tendría que mostrar profundo interés por frenar las campañas destinadas a propagar rumores o noticias falsas a través de call centers, como ocurrió en Puebla.
Los grandes provedores de servicios de telefonía podrían facilitarle al INE la información necesaria para ubicar los call centers que participaron en esa campaña y, a través de estos, identificar a quienes hayan patrocinado la campaña de desprestigio.
El ensayo realizado en Puebla —eso fue—, bien podría ser replicado en gran parte de la República y en algún periodo definitivamente crítico, previo a las elecciones y/o durante el desarrollo de las mismas, y el INE efectivamente debe estar prevenido. Esto, no solo en el ciberespacio.